Incendiando su mundo de mentiras
de A
re la alfombra roja mientras me
alda, una sensación punza
perdido la cabeza, que estab
na narrativa, pero por una vez, no me
our sofocante de la gala y de la
casa. No
a pesar de sus propias tensiones silenciosas, se sentía como un
uerta, sus ojos inmediatame
pasa?", preguntó, at
de su estudio, me m
o demasiado lejos. Sigue obsesionado con Frida. La puso en mi proyecto, luego me culpó por su 'accid
ron a borbotones,
mi bebé, como moneda de cam
os endureciéndose con cada palab
nca ha sido lo suficientem
servado, golpeó ligeram
West puede ser poderosa, ¡pero n
e. "Siempre lo ha estado. Me ve como una distracción conveniente, u
do profundo y cansado. Me
Llevando una carga tan pesada, v
ó la c
e medio corazón, querida.
suavizándose. "Llevas a su hijo. Eso lo cambia todo. N
un destello de esp
de sanar tan
hombros con su brazo. El peso de sus expecta
vo afuera. Miré por la ventana. Era el
zón se
. "Aliza, necesitas hablar con él.
ara abrir
o sorprendentemente desaliñado para él,
riona amable, le ofreció u
o, su voz fría.
a. Hayes. Aliza y yo tuvimos un pequeño des
de ella, sus o
aso adelante, su
a de esta manera. No es un juguete para ser descartado cua
ciló, reemplazada por
un asunto privado entre mi espos
tiendo la ten
", instó suaveme
ándonos a Dante y a mí s
mbros caídos, una rara vul
. "Lo siento. Por la gala. Por presionart
traña incertidu
que nos separemos. No
su mano flotando
Solo nosotros. Una segunda luna de mi
tadora, un breve respiro de la sofoc
de las presiones, lejos de la sombra de Fri
nta, lo sabía, p
diéndome incluso a mí misma.
ada, un lugar de playas vírgenes
i se sintió real. Él f
os a veces rozándose, una conexión t
ando de cosas sin importancia, evi
na particularmente agradable
las puertas abiertas del balcón, proyec
ave. Sus labios encontraron los míos, va
del viejo anhelo agi
to, me permití olvidar el dol
e llevar por la embriaga
brazó, su aliento su
", murmuró, una rara
rando al techo, su mano toda
do, pensé, *quizás*. Quiz
amos desayunando junto a la
e con un sombrero de ala ancha y gafas de sol d
es oscuros, parecieron fijarse en Da
rpo se puso rígido. Su tened
mezcla de sorpresa y p
frágil vulnerabilidad, y pasó junto a nuestra mesa, su mi
ejó, con los hombros caídos, una s
está haciendo aquí?", murmuró, un
mano agarrando su brazo. "
da entre yo y la figur
aró el corazón, pensé q
un músculo latien
nque sus ojos todavía la
léfono vibró. Era la Sra. E
s, pero vi su rostro cambiar
pados por su estado mental después del accidente. La enviaron aquí para 'descansar y recuperarse'.
rlo. La implicación era clara. Frida est
na coincidencia. Era otro movimi
tra "segunda luna de m
nto, pero el destino, o más b
desprovista de emoción. Me levanté
stello de alar
idícula. Acabamos de tener un m
, mi voz aguda. "Solo estás tú, y ella, y el
l sol tropical de repente si
la playa, bajo una palmera que
omponerme, una sombra cayó sob
con los ojos enrojecidos, una
y tratando de robar a Dante. Pero no entiendes. Dante y yo... tenemos una co
rometió qué, Frida?", pregun
nsolado, que me había hecho una promesa, brilló en
ágrimas. "Después del accidente, él estuvo allí. Me salvó de esos homb
u mirada d
con eso, Aliza. Si
aleó. ¿Dante la
l niño de ojos amables, el toque gent
rorizada, escondiéndome de hombres con voces ásperas
na década de amor equivocado, constru
urré, las palabras ato
rida fue triunf
ale a quién salvó realmente ese día. P
cerca, su voz u
ale. Él me elegirá
vesó el abdomen, peor que cualquie
o de mis labios. ¿Era el estrés? ¿El sho
o dio v
de furia fría, pu
construido todo su futuro sobre una mentira, me había ro
rdado, la había dejado. Le había creído. La h
escupí, mi voz temblando. "Voy a d
se rió, un sonido
Díselo. No te cree
ada en la arena, el dolor en mi cuerpo intens
la villa, el dolor ahora un
o su nota en la mesita de noche: *Fui
sonó. Era
caba de presentar una orden de restricción en su contra, alegando que la ag
una p
u carrera y su vida personal. Alega angustia emocional, y está
tación nadó. Mi cabeza palpita
bajo, mi reputación, mi propi
do mal recordado y un hombre
entí un dolor agudo e indescriptible, u
davía en mi mano, mi último pensamiento consciente una s