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Incendiando su mundo de mentiras

Incendiando su mundo de mentiras

Autor: Gavin
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Capítulo 1 

Palabras:2271    |    Actualizado en: 12/12/2025

via, Frida. Su negligencia me costó a nuestro primer hijo. Lue

s yo agonizaba para correr al lado de Frida por un rasguño

En cambio, fue fotografiado consolando

un retorcido recuerdo de la infancia. Creía que había salvado a Frida

ga oscura. Un niño amable que me salvó. Una promesa susurrada. No era

a segunda oportunidad después de que solicité el divorcio. No sabe

ítu

de A

taba por venir, un pavor helado que se me metía hasta los hueso

iferencia practicada que me dol

tentes y completamente desprovist

la retirada familiar, un alejamiento silencioso de mi

ra vez lo hacía, no e

su bata de seda. Era de un azul oscuro, el color reflejaba el océ

prano", dijo, su vo

respuesta. N

ndome en el vasto y resonante silenc

hendidura aún tibia en las sábanas bla

a ola de soledad f

l silencio se volvió demas

amisón de seda p

er. Siempre ne

presionando mi oído contra la madera

osa, se enroscó en mis entrañ

ba desde el otro extremo del pasillo, desde la pequeña

ba allí cuando quería e

pies descalzos silenciosos s

gó flotando. Era la voz de una mujer, melodiosa y segu

cast de entrevist

l estómago. Cono

superficiales, Dante se retiraba, no a tr

de la puerta entreabier

n sillón, su silueta recortada

na expresión suave, casi tierna, en su r

to, mientras la voz de Frida l

cdota divertida sobre un compañero de reparto. Cosas mundana

e escapó, una risa silenciosa

riendo.

, no de verdad, no desde el día de nuestra boda, e inc

invisible me estuvier

ivado por otra mujer, por un fantasma de su pa

do. Era una mirada que habría dado cualquier

mí. Era para Frid

a, su vida. Pero en su corazón, yo era una id

una suplente para la mujer

n nuevo puñetazo en el estómag

una mezcla sofocante d

n silencio, el mármol f

ompañado por el ocasional y tierno susp

a puerta en silencio, el clic resona

echo, escuchando los sonidos ahoga

clic silencioso de la puerta de la sala de es

a imagen de su mirada suave, el sonido de s

l desayuno, impecablemente vestido, con su ha

nura que había presenciad

escaneando las noticias

ganta, forzan

fin de semana", dije, tratando de que mi voz sonara lig

leta, su mi

de semana? Revi

empre, una frase que había a

ña desesperación a

cho, Dante. Para

no suavemente sobre la suya. Su piel e

lentamente, d

estaba desprovista de emoción. "Y francamente, las

do me dolió, per

de un año casados. No crees que es hora de que empe

n destello de reconocimiento,

s, qu

a educada se resquebrajó, revelando

do de esto. Mi enfoque está en Empresas West. No

almente?". Mi voz era apenas un susurro ahora,

o de la madera contra el mármol un son

mirada recorriéndome, desprovista de calidez, "no traeré un hijo a una situac

baja, casi

z. No despu

. Frida. Incluso ahora, ella era la barrera, e

ncepto de tener una familia con el trauma q

mones en un jadeo silenc

ta. Se levantó, con l

dijo, dándome la espald

da en la mesa del desayuno,

un futuro compartido, yací

el peso aplastante de su negligencia emoci

asada.

os sean, intentaro

ijo mi madre, dándome una palmad

miliar que me quemaba por dentro. Sonr

ia, y la razón de ella, era una

llamada. Mi supervisora, la Dra.

Quimera! Y quieren que tú lideres el equipo de bioquímica. Es u

un sentimiento que no había sen

Algo que finalmente era mío, sin la m

exclamé, una amplia sonrisa extendiéndose po

nión introductoria en el campus de biotecnología de Empresas W

!", dije, mi co

ntró más tarde esa mañana, sorprendentem

guntó, un raro indicio d

lté, incapaz de contener mi emoción. "¡Y

des", dijo, su voz plana pero

me al campus de Empresas We

revió a tener esperanza. Quizás, solo

la radio sonando suavemente de fondo, cuando

crada en un accidente menor en el set. Las fuentes dicen que sufrió una conmoción c

casualmente en el volante, se tensó. Su rostro

us ojos muy abiertos

iotecnología, no en el Ángeles", dije, u

chirriante, dirigiéndose en la direcc

una urgencia que nunca había escuchado

¡Esto es importante!", supliqué,

nte a kilómetros de distancia, arrastra

azar, prácticamente saltando del coche

guda, desprovista de cualquier

entrada de urgencia

da, la magnitud de su abandono cayendo sob

esgarró la parte inferior del abdomen. No

udor frío perlaba mi frente. Mi vis

mago, el dolor se intensif

palpitante esperanza a la que me habí

y estéril de una habitación de

n goteo intravenoso junto a mi c

asó?", susurré

, su expresión amable

West. Se desmayó en su coche. Parec

ida en el aire, pesada y

razada? Ni siquiera lo sabí

spacio donde una vez había residid

blancos. Una lágrima se escapó, luego otr

ada comparado con el peso repe

i sueño, mi futuro, se había ido.

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