El Arrepentimiento del Alfa: Perdió a su Loba Blanca Predestinada
de E
antes de dejar Sier
eza gris plateada bajo la luz de la luna, se decía que estaba bendecido por la misma Diosa Luna. Las parejas vení
a y subí. Mis costillas dolían, un recor
ba, desgastado por el tiemp
doce años. Cuando él me protegía d
navaja de mis jean
. Necesitaba rasparlo. Nec
smo ahora
. La navaja resbaló,
aro. Catalina estaba aferrada
un error -dije, chupan
iró la talla, luego a mí. Por un segundo, vi
asó una uña manicurada sobre la corteza-. Son tonterías supersticio
ije-. Algo que
entrecerraron. Le susu
se tensó. Me quitó
o a Catalina-. Es hor
as. Las tachó con
través
través
fanar un Árbol de la Luna era mala suerte. Tacha
nuevas letras sobre la r
.
ina M
aja en la madera con un golpe fi
l árbol. Se sentía como si hubier
ue acabas de hacer -sus
mporta una rechazad
l auto del bolsillo antes
e! -
ia atrás. Lanzó las llaves hacia el est
o Javi, pero no se
mi única salida de aquí. Mi
el agua oscura. Las llaves habían caí
qué a tientas en el lodo,
! -jadeé, agars piernas se
ción de ardor estalló en toda mi piel, p
ró. Mis extremidad
óni
anta que podía paralizar el sistema nervioso de un lobo al in
gritar, pero solo
aban abiertos, ardiendo. A través del agua
as. Frunció el ceño, d
ana?
lido, agarrándose el pecho. -¡Javi
agua, luego a Catalina
gritó al estanque, su voz amo
taba fingien
la es
ar a Catalina y alejarse mie