El Arrepentimiento del Alfa: Perdió a su Loba Blanca Predestinada
de E
. Brillaba a través de mi ventana, exigiendo que
iertas de fotos nuestras, ahora estaban en blanco. Cua
última cos
e la manada, en la zona más exclusiva de San Pedro, gritando riqueza y poder. Mis ma
o de promesa de plata que me dio cuando teníamos dieciséis años. No era u
nes. La Luna María, la madr
te, atrayéndome en un abrazo. Ella
María -dije,
solía oler a cera de limón y mad
te dulce. Vain
tal
ió. El olor venía de
aba entreabie
alina estaba sentada en el suelo entre sus pier
Trenzar el cabello era algo que los lobos hacían por sus compañe
bía trenzad
i -d
Catalina se giró, una sonrisa
del cabello de Catalina-. ¿Qué haces aqu
culp
é la caja de terciopelo en su
a dentro. Su mandíbula se tensó. -De
uarto apesta a ella, Javi. Ni siquiera la has marcado, y estás dejando
Qué vínculo? Ni siquiera puedes transformarte, Ellie. Eres prácticame
ó Javi, pero no ha
los ojos-. Puede que aún no tenga a mi loba, pero sé lo
vuelta
de pie-. ¡No tienes de
Llegué a la cima
endo a mi lado, cortándome
i camino -dij
ás cerca, invadiendo mi espacio persona
ezó. Se lanz
rodó por los primeros tres escalones, ate
i tobill
iolentamente al pasar, su hombro gol
do el equilibrio en la madera pulida. N
a
s bordes afilados de la madera. Golpeé el piso de abajo con un cru
en mi cráneo. Sangre tibia goteó por
e la Luna María ll
de levantarme.
rrodillado junto a Catalina. Ella se agarr
-sollozó Catalina-.
grando en su piso. Estaba r
-Eres despiadada -me escupió Javi, su voz goteando asco-. Y débil. Si la vuelves a
otra vez- y la llevó
ada para Cat -gritó por encima d
irando al techo. El candela
a mí, con horror en su ro
partando su man
gritaba en protesta. Mi curación era lenta, velocidad h
alivio, en realidad. Era más fácil concentrarse
cipal, dejando un rastro de gota
manada. Fui a la farmacia, compré alcohol
beza yo misma, siseando
ientemente fuerte para decir las palabras rituales todavía -el vínculo
illos en mi mente. Ladrillo a ladrillo, se
. No se rompió, pero
or primera vez,