Los adorables gemelos y su papá, que es director ejecutivo.
aire a su alrededor
irada hacia la niña que
opio rostro reflejado en los grandes y brillant
e llevársela
, le preguntó con voz suave:
la mirada, sin rastro de timidez. Le regaló una
quiero camina
mento, una mujer apareció y tomó a la niña en brazos. "Disculpe, señor", dijo ella, apenada. "A mi hija le
ón de cabeza y se dio l
, lo asaltó una extraña s
jilla a su hija. "¿No me prometiste
o, como si fuera a protestar, pero su madre le lanzó u
mora y juntas se dirigi
udar a su amiga con el equipaje. Justo al bajar del auto
pito metálico del que ni siquiera pareció percatarse. "¿
esión se endureció de inmediato. Su mirada se posó
o sí, Erica?". Eliana pronunció ca
tambaleándose, horrorizada. Se torció un to
se estremeció ante la sonrisa burlona que se dibujó en los labios de Eliana. Instintivamente, se volvió hacia Asher en busca de ayuda, solo para encontrarlo mirando
esquivando su mano. "No
iedra, sin saber
podía creer que Asher todavía es
rticuló lentamente: "Ya lo verán. Nos volveremos a encontra
maletero de un portazo, cuyo estruen
desdén, subió al
iana y Kimora se pus
emelos corrieron hacia Eliana y la
s devolvió los besos y les dio algun
o Aileen a Adrián, mostrándole una fo
quedó sin
erto el álbum de fotos en una página que mostraba
ame
álbum de las ma
las lágrimas rodaron por sus mejillas mientras
algo más. El Grupo Moran había adquirido el Grupo Pierce poco despué
descubrir
iraba la oferta de trabajo d
us Torres Gemelas, un imponente complejo
na y le susurró: "Es la señora Gabrielle Ast
sintió y
za. Aunque su mirada la inquietó, Eliana mantuvo la comp
sonrisa. Le dedicó una mirada significativa y sentenció:
a, sorprendida, pero se recomp
ón y caminó hacia la puerta, con
lir del ascensor, notó que los rostros de los empleados
do de altos ejecutivos. Llevaba un traje imp
ándolo fijamente; le
vo en medio del pasil
trás. Antes de que pudiera reacciona
ienes que aprender a ubicarte. El señor Moran es un hombre implacable y di
el director ejecut
o en asimilarlo y bajó
il en su sitio. En cuanto se quedó sola, levantó la cabeza y su mirada s