Los adorables gemelos y su papá, que es director ejecutivo.
entos mi
casi
Señor Moran solo te castigue haciéndote l
auricio. Gabrielle había estado en la empresa por m
e burló: "¿Estás celosa? De todos modos
on de ira al escuchar eso. Casi soltó una s
i camino, o llegaré tarde. Si el Señor Moran se en
presa, Gabrielle no se atrevió a hacerlo esperar,
urarse. ¡A esta perra la a
do y Oana salió del Departamento d
castigara con una multa enorme por arruinarlo, pero
niforme de conserje y tomó el
suavemente, pero
nte la puerta entreabierta. La oficina del directo
á aquí?
norme que parecía una eternidad a
un pesado suspiro y se apoyó contra
oyó un clic d
ba, la pared contra la que se apoyaba de
Ah
a por la cintura y la jalaba con fuerz
a vista y se encontró con los
Señor Moran
tan de cerca. Se veía apuesto, elegante,
nía por la cintura, la
siquiera el uniforme de conserje podía ocultar su belleza natural. Su ci
mpujó al hombre. Para su sorpresa, sus dedos
idado, solo entonces se dio cuenta de que la pared contra la que se había apoyado era en realidad
recía que acababa de ducharse. Su bata colgaba suelta sobre él. Aunque tenía un
cho del Señor Mora
la mirada apresuradamente. Al verlo en
mano y ajustó el cuello de su bata,
miraron, atravesánd
ó a caminar
trás. Pronto, su espalda chocó contra e
ntó la vista con inquietud y empezó a preguntar:
abra murió en
, colocando ambas manos a cada lado, atra
n desplazadas por él, pres
el cuerpo de la muje
vantó. Sus narices casi se rozaron, sus re
onas la hizo entrar e
manera inconsciente y su cuerpo
liento del hombre rozó su rostro, haciendo qu
de calmarse. "¡Está equivo
ra sabía que había
stucia: "¿Y estás satis
isfecha... ¡Espera! Su voz...
tenderlo, de repente sintió
taba tirando del cinturón de su bata, desatando lentamente el nudo suelto.
é demonios es
s desesperada. "Señor Moran, todo esto es solo un
escifrable. A sus ojos, ella parecía nerviosa, avergon
r es una g
or M
a oficina del director eje
de entrar se quedó congelada
tos en sus brazos con fuerza, co
a mujer nerviosa contra el escritorio. Los dos se miraban profundamente a los ojos. Uno de los brazos de Mauricio es
lando, la secretaria cerró los ojo
su alma hubiera ab
también debe haber
finalmente empujó al hombr
repente la voz autor
Le lanzó una mirada asesina y estaba a
iar el baño", d
l de cuando estaba coqueteando conmig
orpeza y dijo: "Bueno, después de terminar de l
reembolsar a
icio le lanzó una mirada fría y preg
? ¡No podrí
a profusamente. "¡Son
ño con desdén. "Parece
ecer inexplicablemente encantador. Al v
edos delgados. Sus ojos fríos y crueles la miraron y dijo lentamente: "Te
eso? ¿Cree... ¿Cree que
cama?" Rodando los ojos, Oana tomó el trapead
irse con disgusto, su
ualar a un gigoló en la cama?
e Diseño. De repente, su teléfono comenzó a sonar. Al mirar el