Me casé con el hombre al que llamaban indeseable
evantar un poco su vestido para poder seguirle el ritmo. Él so
hombre, bajando el tono, mientras
a, decirle que podía a
e hablar, Sophie lo interrumpió: "Gracias po
es de añadir: "¿Pero de verdad las cosas tenían que ponerse tan tensas? Estaba pensand
se momento no pudo evitar preguntarse cómo Adrian, quien había crecido con tod
e sorprendió un poco. "No es neces
A dónde vamos?",
icaba que el lugar al que planeaban ir ya no era una alternativa. Ya n
edes quedarte en mi apartamento. Estamos casados, así que er
ie lo detuvo. Tomando su silencio como un sí, ella lo tomó de la mano y fueron
donde vivía hasta que Adrian entró. Era tan alto que la habita
la comentó: "Perdón si t
vo tiempo de organizar, así que había montones d
se apresuró a recoger los papeles sueltos que estaban en el s
emangado la camisa y apilaba las revistas ordenadamente mientras revisaba los catálogos de joyería que est
l tipo de hombre que esperaría que otros lo atendieran, no alguien que se arremangaría la ca
xpresión indescifrable, y le p
abajo", respondió ella, señalando
n uno al lado del otro, sin decir mucho. El silencio se rompió cuando el ce
rada. El desorden había desaparecido, reemplazado por una inesperada sensación de calide
ía envidiado a Alice cuando vivía con la familia de su tío. Quería un hogar
des, amigo! ¡Por fin te deshiciste de los Knight! Y déjame adivinar: Alice te dejó en cuan