Venganza de la heredera que llamaron caza fortunas
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mi turno, cuando el gerente se
or Fowler, reservó la habit
as no tenía ni un peso. ¿Cómo podía
ando y revisé la transmisión de la cá
apuesta y tuviste que salir con
nientos dólares al mes. ¡Solo e
jeres que colgaban de sus brazos, mientras su expresión se suavizaba. "Estas son el tip
isa llena d
do pobretona y
era mi
s, que estaba arrodillado, agarré un grueso fajo de bi
.
ana, las llaves son
se, apestando a alcohol y p
gresé!", gritó, tra
ndo que sus brazos sol
y me reuní con clientes y bebí demasiado. Me duele la cabeza. Pero vale la pe
revolvieron
solo me recordaba lo i
sed. ¿Puedes traerm
ncia de antes, no me apresuré a buscarlo, sino
orrosos y ebrios para encontrarse con los míos. "Cariño,
y le dije: "El sofá e
el dormitorio y cerré
dulo, pero su estado de emb
s de darme una ducha, me sent
a. Sus ojos se posaron en la nueva botella de perfume s
a presumida de la noche anterior. "¿Sabes lo duro que
estarme en mirarlo. "Es mi diner
miró, a
laciente y nunca había desafiad
se extendió por su rostro. "Cariño, ¿qué pasa? ¿T
ando de abrazar
vacías y su rostro se sonrojó por la vergüenza. "Ya
sacó una bolsa de su mochila. "¡Oh! Ya lo entiendo. Estás enojada porque crees que ol
iseñador? Fui a muchísimas tiendas para encontrar esta. Solo pude permitirme una hamburguesa al
su brazo,
contrándola absur
ría toda una pared de la casa. La suya claram
lsificaciones con tanta co
a por el "caro" regalo. "Te encanta, ¿verdad? Llévalo al trabaj
n toque burlón mi
xpresión algun
esa, rasgué la bolsa varias
sgusto. "No me insultes