Mi último deseo: Su amor verdadero
FÍ
ana, un resplandor anaranjado danzaba contra la oscuridad. Me puse una bata y cor
hoguera ardía con furia. Y de pie ante ella
al fuego. Cosas que u
er año de universidad. La gardenia prensada, mi flor favorita, del ramillete que me había dado para nuestra graduación. Y, se me cortó la respiración en un so
iéndose en cenizas y humo. Era una pira funeraria para la vida que se suponía que tendríamos. Sentí un dol
bía malicia en sus ojos, solo un
despojada de toda emoción-. La hace sentir i
un fantasma en
a, forzando mis labios a for
ríamos deshacernos de cualqui
cupado desde que era niña, y comencé a sacar cosas de mi clóset. Los álbumes de fotos llenos de fotos nuestras. La sudadera universitaria extra grande de é
arrojé al corazón del infierno. El plástico de los álbumes se derritió y
o mientras un frío profundo, hasta los huesos, se instalaba dentro de
madre de Alex y yo habíamos plantado a lo largo del camino de entrada fueron arrancados, reemplazados por hileras de rosales estériles y bien cuidados que Valeria admiraba. El acogedor solárium, donde A
opuesto matrimonio, en una noche estrellada de verano, prometiendo un para siempre que ahora se
ando Valeria me encontró. Se acercó contoneándose,
mbios? -preguntó,
l en una joya recién adquirida. Era un anillo, una simpl
tó la res
un lado a otro-. Me va a proponer matrimonio. O
eño de un anillo para un futuro que nunca llegaría. Debió haber encontrado el viejo cuaderno y,
ncontrar su mi
a -dije, mi voz sincer
rgada por mi tranquila aceptación.
voz bajando a un susurro conspirador-. Vi tus viejos cuadernos de bocetos. Hizo mi anillo con
ria? -pregunté, mi
na extraña y calculado
Quiero que cada rast
n cambio, me agarró la muñeca y usó mi propia mano para empujarse hacia atrás. Tropezó, soltó un grito agudo y
con fuerza sobre el camino de piedra. Un dolor agudo me recorrió e
ale
a, su rostro una máscara de terror. Sin dudarlo un segundo, saltó al a
el estanque, sus mo
ien? ¿Te
ar, aferrándose a él
-. ¡Se ha ido! Ella... ella estaba tratando de
n su pecho, sus h
dia. Todos me odian. Solo quiero
ez y la preocupación que había mostrado a Valeria se desvanecieron, reempl
u voz letalmente silenci
de ponerme de pie, el dolor en mi
suciedad en mi ropa, y luego el rostro de Valeria
en el suelo y caminó hacia
rtas verme feliz con alguien más, así que la atormentas.
aron más fuerte que c
usurré, mi voz temb
l estanque turbio-. Ese anillo significa
corpulentos guardaespaldas de l
tenla
pujón insensible, me arrojaron al agua helada y asquerosa. El shock del frío me robó el aliento. Pataleé, trat
Garza -dijo el hombre, su rostro impas
o y las luces del jardín parpadearon, proyectando sombras largas y distorsionadas. El frío se filtró en mis huesos, un dolor profundo y agonizante. Mis dedos se entumeci
mis dedos entumecidos finalmente se cerraron a
e, mi ropa y mi cabello goteando agua maloliente. Caminé en
taba húmedo y me miró con ojos fríos e impacientes
lo
encia grave-, te mantendrás alejada de Valeria. Si si
aminó hacia la ventana abierta y lo
amente, sin
después de todo -dijo fríamente, volviéndose
puerta en
uerta cerrada. El anillo no era el punto. Mis horas de tormento
en esta casa. Y él era quien i