La Deuda del Rey de la Mafia: La Furia de Mi Familia
ía
al de mi humillación. Damián estaba allí. Y por supuesto, también ella. Sandra se sentó a su lado, c
maba el acuerdo de separación legal-, que Grupo Ferrer no existirí
a se
o. Lo habría logra
nté para irme. Mi papel en esta farsa había terminado
eó, su voz baja-. H
me abofet
eza se giró bruscamente, mi mejilla explotando de calor. Miré más
quedó sentado
onsentimiento, lo que quedaba d
Se abalanzó, no sobre mí, sino sobre el portabebé en la esquina, tirá
girándose hacia Damián, con los ojos
ante, su rostro una máscara de p
iciste?
violento y retorcido me dobló, robándome el aliento-. Damián, por favor
a mirada de
la espalda por completo,
antes de que la oscuridad me tragara fue la espalda de Damián mientras se alejaba con su nueva
tán bien -dijo,
e golpe. Eran Damián y Sandra. Él pare
apretada. Me miró no con preocupac
disculpa a S