Perseguida por el mejor amigo multimillonario de mi ex
es. El agotamiento se le metía en cada músculo, d
y, sin molestarse en secarse el pelo, se desplomó s
ilo. Las pesadillas la atormentaron
o, se despertó sobresa
luz tenue y mortecina. Una brisa fría se colaba por l
a frente y sintió el alarmant
con amargura, suspirando mie
y estridente. Lo buscó a tientas y con
riosa del dueño de la tienda de conveniencia le re
s. El corazón se le encogió. Apenas llevaba un par de días en ese empleo de
y en ca
o, no con la constante intromisión y las amenaza
o y se preparó a toda prisa. Su cuerpo protestaba con cada
fuera su vida, tenía
no y su abuela. No dejaría que J
e. Era tarde y la tienda de conveniencia, ubicada frente al
so actuaría en el bar esa noche, lo q
los párpados pesados. Sacó el celular y le envió un mensaje rápido a Shawn. "No t
spuesta. Supuso que prob
con la intención de cerrar los ojos solo un minuto. P
e de la entrada la
s del todo, se enderezó po
de cigarros". La voz de un joven son
azul decolorado levantó la cabeza de su teléfono, y s
de Leland, su leal lacayo. Dondequiera que
miró por la ventana de la
alle, rodeado de su séquito habitual. Una
expresión permanecía indiferente. Tenía las manos hun
ente, también despreciaba a Betania. La boca de Alec se torc
acabo de encontrar!", gritó con sorna hacia el grup
fuera de lugar que siempre había parecido en el círculo de Juliano,
se dirigieron perezosamente hacia Betania. En cuanto sus
mo si fuera una completa desconocida. Luego, con un leve arq
agó y, como el leal perrito faldero que era, corrió de vuelta al otro lado d
marlo, sus manos seguían f
ueño séquito lo siguió mi