Incendiar su mundo: La furia de una esposa
Elizon
ndome las costillas. En mi sueño, Mateo lloraba, un sonido débil y agudo que no
en mi abdomen, mis ojos escaneando la oscura habitaci
baladizo y aceitos
, mi voz un sus
de la gran ventana que daba a la ciudad. Una figura se recortaba
odo el miedo, todo el dolor, se fusionó en
conversacional. Se mecía suavemente, acunando a
e-lo.
estello de blanco
no vienes
na agonía, los puntos en mi vientre tirando y desgarrándose. Me obligué a
aso atrás, acercá
ofía. No qu
ella dio otro hacia atrás, una danza cruel en la penumbra. Mateo come
horrible y deliberado, desenganchó la ventana y la abrió. Una ráfaga de viento frío entr
Mateo sobr
razón, mi cordura, todo mi ser pendía de un hilo en sus
a un sollozo ahogado-. Isabe
de agonía a través de mí, pero no era nada compar
lo que sea. Lo
oz un jadeo teat
o s
to en una manta azul, desaparecer en la oscuridad. Un gri
ecorativa justo debajo de la ventana. Isabella solo l
rtadas por mi grito. Mateo fue recogido y llevado de urgencia a
en sus brazos, soll
Nunca me lo perdonaré! -Lo miró, sus ojos brillando con lágrimas-. ¡Quería ser una buena ma
esando, retorciendo su crimen en una dec
urmurando palabras tranquilizadoras, diciéndo
lor, la vida de mi hijo pendiendo
un doctor sal
. No hay lesiones graves, pero tiene una ligera conmoción
apoyé contra la pared, lágrimas de gratitud y rabia co
bella, protegiéndola de mi mir
voz fría y final-. Isabella se sien
ebrándose-. ¡Lo sostuvo fuera de l
usión. Luego me entregó un documento doblado-. Ten. Me e
escaneando el texto oficial.
s Serrano d
l nombre del hermano de Isabella, el que había muerto en un accidente d
tembló en
esto? -
cabeza en su pecho, hablando de nombres. *Mateo*, había dicho. *Como un león. Fuerte y val
artido era solo otra
sentido del mundo-. Ponerle el nombre de su difunto hermano... parecía u
a mi familia, mi apellido, mi ele
miento por la mitad, luego en cuartos, los pedazo
lla j
to para mí! -gritó, y sin previo aviso, s
actante. Pero lo que su
í. Instantáneamente agarró la mano de Isabe
? ¿Te lastim
aba herida, dirigió su atención hacia mí. Un destel
ofía? -preguntó
ya florecía en mi mejill
a, mis propios oj
peligrosamente tranquila-,