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El corazón de una madre, una cruel mentira

Capítulo 3 

Palabras:1157    |    Actualizado en: 13/10/2025

a de embarazo y una risa seca y

barazada. Gr

abía ninguna parte de mí que quisiera estar atada a este hombre,

la tensión en sus hombros se alivió

eso es u

, volver a ponerse la má

.. deberíamos hac

ría como el piso de baldosas. Pasé

uiéndome-. ¿Por qué te comp

s papeles del divorcio todavía en mi mano.

mí, como si hubiera hablad

la calle de los Fresnos. El que compraste el año pasado

in culpa. Pero necesitaba una distracción, algo en lo que su ego masivo se enfocara además de la

nalmente estaba sintiendo que algo andaba realmente m

rme cosas? -preguntó, una sonrisa co

me vaya en silencio, sin una escena que pueda manchar la reputación del gran Gael de la Vega, entonces dame el loca

y dócil, me atreviera a desafiarlo era insultante. La idea de que pudiera desha

los papeles sin siquiera leerlos-. Tómalo. Y lárgate de mi

torio. Los recogí, mi corazón martilleando

paso estab

de la habitación, escuché a los ge

ir? -pregu

Así Iliana puede ser nuestra

fuerza los papeles firmados en mi mano. Pro

el, de preparar su ropa, de dirigir al personal de la casa. Me quedé en mi habitación, cuidando mi pierna he

hef no cumplían con los exigentes estándares de Gael. Los gemelos se negaban a comer cu

ves, María, llamó a mi puerta, su

eunión importante hoy y no puede decidir qué corbat

odas las mañanas. Conocía

r la puerta-. Resalta el azul de sus ojos. Y dile

ego un agradecido

ía, Gael aparec

s deberes? -exigió-. La casa es un d

oz plana-. Me duele la pierna. El

inútil y se fue. Quería a su niñera gratis de vuelta, a su

estaban acostumbrados, comenzaron a tener dolores de estómago. Estaban pálidos y apáticos. Gael llegó a casa una noche

nvisible que mantenía a esta familia funcionando sin problemas. Había curado sus dietas, manejado sus horarios,

a días. Ese era el período de reflexión del

ón de nuevo. Esta vez, su tono era

el borde de mi cama-. ¿Toda

espo

a gente habla. Pero no hay nada entre nosotros. Es solo una v

ue yo había visto en su blog secreto, circulando en línea. Aq

su madre, Alex. Nada ni nadie cambiará eso. No dejes que los celos

arme, de hacerme sentir co

iendo a fuego lento bajo la

e había permitido sentir hasta ahora-. No es bueno para ello

rectamente

plemente ya

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