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El sacrificio de seis años de la esposa invisible

Capítulo 3 

Palabras:1010    |    Actualizado en: 30/09/2025

ista de So

de furia helada, sus ojos ardían con una ira que rara vez mostraba, una ir

u voz baja y peligrosa-. ¿Tienes

-respondí, mi voz temblorosa pero firme. Nunca le había ha

la pierna de Héctor

ateó mi maleta, un acto fútil e infant

n escalofriantemente tranquila. Pasé junto a ellos y entré en el comedor. El pastel de tres leches a medio comer estaba

o platón de porcelana del pastel y lo arrojé contra la pared. Se hizo añicos con un estrue

Elena jadeó, f

zo, sus dedos clavándose

elto comple

é de su

e plata y vajilla fina volaron por los aires, estrellándose contra el suelo en una cacofonía de destrucción. Cada estall

or, poniendo a su hijo detrás de él para proteger

o de Jacobo, rodeán

ra mala solo está haciendo

ío. Al mirar los destrozos, no sentí nada. Ni satisfacción, ni arrepentimiento. Solo una ca

voz goteando disgusto-. Y luego

e, mi vo

acobo contra el vestido de Elena-.

de su hijo, su mirada fija

dio la espalda, centrando toda su atención en calmar

dose con los míos por encima de la cabeza del niño. Brillab

eña y gastada correa de mi mesita de noche. Bruno, mi golden retriever, levantó la cabeza de su cama, su cola golpeando suavemente la a

rrea de Bruno en la otra, salí de la ha

. Solo quedaban Elena y Jacobo, de pie como el

en mi bolsillo. Un

e Elena llevaba esta noche. Lo reemplazarás.

ando en mi garganta. Me estaba echando y to

go su contacto, y des

n un hotel, o quizás en el departamento de Elena, creando nuevos y felices recuerdos sobre las ruinas de mi mat

coche cuando un sedán negro entró en el camino de entrada. Héctor se bajó, pero

iado, tratando de que Gladys hiciera entrar en razón a su es

uedó atrás, una figura silenciosa e imponente de juicio-. Héctor me contó l

una punzada de tristeza. Ella había querido que esto funcionara. Per

ué hablar, Gladys

de la paciencia condescendiente de un

che. Se acabó. Ahora vuelve adentro.

n. Todavía no lo entendía. Todavía pensaba que yo quería

o de descubrir cuá

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