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El sacrificio de seis años de la esposa invisible

Capítulo 2 

Palabras:985    |    Actualizado en: 30/09/2025

ista de So

nfonía de la familia feliz de la que nunca fui parte. Los gritos emocionados de J

laba con dulzura a Jacobo, su

Elena te sirva un pedazo gran

ía estudiado meticulosamente repostería francesa, perfeccionando cada postre, desde macarrones hasta suflés, trata

ple acuerdo se sintió como una herida fresca-. Sofía lo

ficando cada ingrediente, esterilizando mi cocina para prevenir cualquier contaminación. Me había quedado despierta toda la noche con él cuando tenía fiebre, poniéndole un paño frío en la

mpró un pastel en una tienda, simplemente porque se parecía a la esp

a traído a esta casa hacía seis años. El resto -la ropa de diseñador, las joyas que Héctor compr

más cerca esta vez, mientra

que probar un bocado. Has

iré hacia abajo. Elena estaba de pie junto a Héctor, que ahora estaba sentado a la cabeza

ra que nunca había compartido ni un vaso de agua conmigo, se inclinó hac

cuchara. Siempre insistía en utensilios separados, platos separados, una distancia estéril entre nosotros. Una vez le quit

te su naturaleza. Su duelo. Sus manías. Me

imo de ella sin pensarlo dos veces, vi la verda

a tan intenso que sentí como si me estuvieran arrancando físicamente el cor

aba nada que salvar, n

li

-la voz de Elena subió por las escalera

í. No era

. Probablemente está de mal humor. Necesita aprender qu

una señora mala y gruñona. Si no bajas, ¡

seis años finalmente estalló. No fue fuerte ni explosiva

movimientos tranquilos y deliberado

Elena volvió a f

n a probar un pedazo. Quizás p

urmuró Héctor, lo suficientemente alto p

ruido metálico abajo, seguido

pastel. Es una pieza de edición limitada, Héctor. Fue

de Héctor ra

úlpate con Elena. Y luego saldr

¿Una disculpa? ¿Por qué? ¿Por exist

hacia mi tocador, tomé el joyero que Héctor me había regal

arlo un segundo, abrí la caja y la volqué. Diamantes, perlas y zafiros ll

do de Héctor reso

É DEMONIOS ES

a, tomé mi maleta y salí de la habitación, deja

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