Él la eligió a ella sobre nosotros
ista de El
tel burlándose del vacío gris dentro de mí. Se suponía que Alejandro estaría aquí. Había marcado esta fecha en su cal
a una hora para cancelar. Una "e
e era un
aba ayudando a Adriana Páez a sentarse en una silla al otro lado de la sala, con cuidado y ternura.
tonos bajos y tranquilizadores. Era una escena íntima y doméstica, un retrato de una par
los míos a través de la sala de espera. Una sonri
oyera-. No esperaba verte aquí. Alejandro me estaba diciendo
palideciendo al verme finalmen
parece. Adriana no se sent
ligrosamente tranquila-. ¿Jugando al caballero de b
se sonro
la así. Ya ha su
padre de este bebé es uno de la miríada de hombres con los que has estado en los ú
las lágrimas brotando de sus o
e que se pond
de Adriana como para protegerla de mis palabras-. Es
como un golpe físico. Lo
un sonido amargo y roto-.
ndo, teñida de una rectitud que me enfermaba-. Y aunque n
s suplicando una comprens
as, deberías entenderlo.
e habíamos rezado, como un arma en mi contra. Estaba justificando su infidelidad, su traició
el que me habí
-pregunté, las palabras sabiendo a cen
s ojos. Sabía que habí
to que no! No es lo que
u jugada. Con un pequeño y lastimero grito,
ntos gritándole que la siguiera. Dio un paso, lueg
na,
desprovista de toda
iró hacia atrás. Simplemente corrió tras ella, dejándome sola en medio de la sala
consumido por la culpa por no haber revisado los ingredientes él mismo, que me había llevado en brazos al coche y había roto todos los límite
El amor que había aliment
stado de aturdimiento, mi corazón un peso de plomo en mi pecho. Pero entonces, e
e mí, tan poderoso que eclipsó todo el dolor. Este bebé era
nó. Era un mensaje de Adriana. Una foto d
o de u
próxima semana. Solo está esperando el momento adecuad
s lágrimas corrían por mi rostro, pero no solo lloraba de d
nte, se había acabado. Él
podía to
puesta simple,
date