icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon

Su corazón, mi traición suprema

Capítulo 2 

Palabras:1418    |    Actualizado en: 29/09/2025

vista de

la prueba final que necesitaba para confirmar mi traición. Pero sus ojos, oscuros e intensos, es

vertiginoso y te

s. Hundió su rostro en mi cabello, su voz densa con lo que sona

e su cuerpo se sentía como una violación

abras sabiendo a ceniza en mi boca-. Querí

las. Era un gesto que había hecho mil veces, uno que siempre me había hecho sentir queri

Se inclinó y me besó, un beso lento y profundo del que me obligué a no retroceder-. Tenemos que consegu

é a mi médico de siempre. -Lo último que necesitaba era e

risa s

o nuestro hijo reciban nada menos que lo me

gre se

¿

ada, la suya i

es que tú. -La confesión fue entregada con el aire casual de un hombre discutiendo el clima, pero era una decla

r un equipo médico privado que trajo desde Houston. En ese momento, me había conmovido su preocupació

.. eso es demas

cusión-. Le he pedido a una especialista que venga y se quede con nosot

aña en mi casa, en mi vida. Necesitaba espacio para pensar, para plan

rendición amarga en mi l

iante, su vic

rá est

ría. Elías O'Donnell n

dería completa, haciendo que nuestro chef consultara con un nutriólogo y cancelando su viaje a Singapur. Estaba interpretando su pap

e, sonó

icipación que no había visto en años. Me quedé en el arco de

negro azabache y un rostro que era a la vez hermoso y atormentado. Parecía frágil,

ra en mis pulmones. Extendió la mano y tomó suavemente la de ella, su pulgar acariciando

ave y vulnerable de lo que nu

li

la. La mujer de la videollamada. La brillante científica. Su amor

rayendo a n

ra cirugía exitosa de mi padre. El gesto había sido una promesa silenciosa, un símbolo de su devoción. Y nunca había sido mío para empezar. Era un afecto de

azo posesivamente al

tarte a la Dra. Julieta Durán. Es una especialista líder en em

ra. Me miró directamen

ó una pequeña y e

te, Gema. Elías me ha

nte jadeó, llevándose la mano a la garganta. Tr

acia mi estudio, donde había dejado secando algunos lie

elta, su rostro un

gruñó, su fachada cariñosa d

confundida-. Las ventanas están abiertas. La ven

lévenla a la habitación de pánico! ¡Ahora! El sistema de filtración de aire es independiente. Es el único lu

agarrando su brazo-. Está

arre, sus ojos ardiendo con

¿Es eso lo que quieres? -siseó, su voz baja y venenosa. Se dio la vu

bía dejado con una claustrofobia severa. Los espacios pequeños y cerrados hacían que mi pecho se oprimiera, mi visión se estrechara. Elías lo sabía. Él era quien me abrazaba

do mi trauma más pr

una joven llamada Clara,

dijo que usted también debe ir a la habitación de pánico

rédula-. Eso es una

ortante para el bebé -susurró C

l y calculado por atreverme a c

de la biblioteca, mi corazón latiendo a un ritmo frenético de miedo. Al cruzar el umbral hacia la pequeña habitación sin ventanas, vi a Elías a través

esada puerta de acero comenzaba a cerrarse

Obtenga su bonus en la App

Abrir