Él me ahogó, yo quemé su mundo.
en mi cerebro. La calidez de hacía un momento se desvaneció, reemplazada por un frío glaci
as corrían por mi rostro, calientes y silenciosas. No solo me estaba engañando. Había estado con ella durante
cionalmente. Dependiente. Una prisionera en mi propi
habitación, las barras de apoyo instaladas a medida a lo largo de las paredes, los interruptores de luz más bajos, la rampa para sillas
ca tengas que sufrir, Elena -h
. Este no era un mundo construido con amo
e nuevo a mi habitación, el suave zumbido del motor el únic
es de irse a trabajar, sus labios se sentían
e cancelé tu sesión. Solo descansa hoy
iroso rostro, era una fuerza física dentro de mí.
ien, Al
igí al baño y me froté la frente, el lugar donde me había
zada que me había regalado en nuestro primer aniversario, grabada con las coordenadas del acantilado donde me había propues
a la esquina de la habitación donde se encontraba la cápsula de RV de Crónicas de Aethelgard,
ado llenando mis pulmones. Mientras el sistema se iniciaba, mi conciencia se
s sentirte libre, mi Va
ra inigualable. Mi cuerpo virtual era fuerte, rápido y completo. El traje háptico respondía a mis impulsos neuronales, traduciendo el pensamiento en
nunca. Mi tiempo de reacción era mejor, mis sentidos más agudos. El juego me estaba curando de mane
eciso. Había un campeonato nacional de esports para Aethelgard en dos semanas. Un evento presencial. Era mi op
do, superando mis límites, mis dedos volando sobr
lia. Era una foto de ella y Alejandro, sus cabezas juntas, sonriendo en un restaurante elegante. Su brazo esta
hacia la segunda notificación. E
tima-. Solo para saber cómo estás. ¿Recordaste com
el teléfono, mis dedos torpes, apuñalando la pantalla varia
Un mensaje de texto llegó
pierta. Y por favor, recuerda lo que te dije. No te excedas con tus
Podía amar a dos mujeres a la vez. Podía menti
ca me había am