icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon
Él me ahogó, yo quemé su mundo.

Él me ahogó, yo quemé su mundo.

Autor: Gavin
icon

Capítulo 1 

Palabras:1452    |    Actualizado en: 29/09/2025

me dejara en silla de ruedas. Lo llamó Aethelgard, mi santuario. En su juego, yo no estaba rota; era Valky

ecnología en Cintermex. Con su brazo alrededor de mi fisioterapeuta, Dalia, le anu

biando en secreto mis analgésicos por una dosis más débil con sedantes, rale

a, mi título virtual e incluso los planes

momento, poniendo a toda la comunidad de jug

guardias de seguridad me golpearon y, por una orden casual suya, arrojaron mi

mundo donde yo nunca sufriría

ién lo hacía mi determinación. Me robó mi nombre, mi legado y mi mundo. Ahora, estoy volviendo a i

ítu

ista de El

iluminado por las luces del escenario de la conferencia de tecnología en la que estaba hablando. Una transmisión en vivo. Debería haber estado

antinatural en la habitación silenciosa. Era la misma voz que me había susurrado promesas en

abras estaba

Su sonrisa era cegadoramente brillante, una imitación perfecta de la que yo solía tener antes de que mi mundo se desmoronara con una lluvia de rocas sueltas y el crujido nauseabundo de

no, la suave carcasa clavándose en mi palma. Un videoclip, enviado por un número anónimo hacía solo unos momentos, se re

e pretende pasar e

, huecas y sin sentido. Si ella era

con un clic, derramando una franja

agadas? -la voz de Alejandro, ahora teñida de una f

repentino. Unos pasos se apresuraron hacia mí, el cuero caro de sus zapatos susurrand

nes dolor? ¿Te saltaste u

l hombre que pacientemente me había dado de comer, me había bañado y me había susurrado que mi cuerpo roto seguía siendo lo único que deseaba. Él había creado Crónicas de Aethelgar

prometer su vida a otra mujer... ese no era mi Alejandro.

é mi t

ia Herrera par

destello de pánico cruzó sus ojos antes de ser reempla

dije. Sus padres son inversionistas importantes. La han estado presionando para que siente cabeza, y me pidió que la

ra mí hacía tres meses. La que se suponía que

ervándolo. Su pánico inici

mis ojos porque se apresuró

nsajes. Todo está ahí. Planeando el anuncio, coordinando con el equipo de r

jerga empresarial y notas de agenda. Mi corazón, que se había sentido co

. Estaba cansada. Tan cansada del dolor, de la so

lajaron. Me atrajo hacia un abrazo,

de emoción-. Eres la única. Siempre. Nada

familiar de su colonia me envolvier

nueva resolución endureciendo m

sa sonrisa de salvador de

mi amor. Lo q

ntos cuidadosos y practicados. Di un paso vacilante, luego otro, mis piernas tem

artándose para re

ándome en la pared para sostener

y salió al pasillo para responder, cerr

a mano y me impulsé desde la pared. Un paso. Luego dos. Mis movimientos se volvieron más firmes, más se

a la puerta. Quería mostrárselo. Quería ver el orgullo en sus ojos, dem

justo cuando su voz llegó desde el pasillo,

o, de verdad. Pero no es lo mi

gre se

acéutico. Mañana le cambiaremos sus analgésicos por la dosis más baja con los efectos secundarios sed

rá de lo nuestro

Obtenga su bonus en la App

Abrir