El gemelo de mi prometido, un engaño cruel
ante el último año, el hombre con el que
un doble. Mi verdadero prometido, Alejandro, estab
o. Iban a dejar que me casara con el gemelo, y luego fingiría
atacado. Alejandro, el hombre que juró protegerme, m
lpa. Él no lo dudó ni un segundo. Me encerró en
implemente me desechó, a mí, la mujer q
lle, la heredera de un imperio. Después de que me rescataran de ese infierno, fingí mi muerte y
ítu
ista de So
ante el último año, el hombre con el que
un mensaje de
regal. Habitación 302.
amos el mes que viene. Esto parecía el intento patético y desesperado
vo sobre el bot
gó un segundo mens
n ritmo lento y pesado contra m
mandíbula afilada, el mismo cabello oscuro que siempre se echaba hacia atrás. Pero este hombre era diferente. Estaba encorvado sobre
la persona
la persona detrás de la cámara. "¿Vas a fingi
ué no? Me paga lo suficiente para que valga la pena. Además", sonrió con descaro, su voz un eco ronco del
deo t
ito sobre el piso de madera. Me faltaba el aire. Sentí que una banda
da, nuestro amo
gación y un terror que me quemaba por dentro. Conduje hasta la Villa
ar reservado para sus clientes más importantes. Yo nunca había estado allí
igeramente entreabierta. Mi mano temblaba mien
. No la imitación tosca del video, sino la que me h
arla. Solo un po
años. Suave. Paciente. Lleno de un
de de una cama, dándole de comer con cuidado a una mujer
sopa de la barbilla. Fue un acto de una intimida
os para regalárselo en nuestro tercer aniversario. Colgaba holgadamente de su delicad
murmuró Carla, con voz dé
el accidente de coche que ella había tenido hacía un año, el que supuestamente le había provocado una grave lesión cer
que no podía rompers
la volvió a sonar. "Hermano...
tuvo a medio camino de sus labios. El si
on voz baja y fi
dos. Casados. Estaba casado con su herma
su rostro vendado en mi dirección, como si pudiera sentir mi
"No te preocupes por el
años de mi vida,
e es completamente obediente. No notará la diferencia. Después de la boda, organizaremos un pequeño... accid
e. No solo planeaba reemplazarme en mi propia vida. Planeaba desechar
icho que amaba mis ojos. "Son tan claros, Sofía", solía decir. "Como
de cabeza. Cambié todo mi guardarropa porque él prefería un estilo más sobrio y clásico. Dejé de ver a amigos que él consideraba demasiado ruidosos o p
irme en donante de órgano
ndro se giró bruscamente hacia
Contuve la respiración
r el suelo. Por un segundo aterrador, pensé que me encontraría. Pero solo echó un vistazo, su mi
jo encajar
Daniel, ahora clara y dentro de la habit
spondió Alejandro.
era lo más preciado del mundo, y la llevó hac
. Me deslicé por la pared, con
vibró en mi mano. El identificad
embló al
gemelo, Daniel, llenó mi oído. "Solo llamab
o se revol
rota y áspera por las lágri
to aulló fuera de la villa, y debió de no oírme por e
lg
a me había oído. Mi declaración de libertad, mi último y desesperado i
lmente dejé que las lágrimas cayeran. Le había dado a este hombre mi corazón, mi alma,
se equi
no. Mi amor no era un regalo para ser desec
vibrar. Otro mensaj
una advertencia.
es. Tú también las tienes. ¿I