Humanamente tuya
tiéndose como al inicio. El salón común ardía de gente y de humo artificial cuando Selena decidió que necesitaba salir a tomar
oía menos fuerte y sintió alivio. Se apoyó en la baranda y dejó que la brisa secara el sudor de su nuca. Se puso el cabello a un
gó al
do. Luciano con su sonrisa pícara, Elías con la calma que lo caracterizaba y entre el
untó Luciano, acercándose lo suficient
oy huyendo de nada ni de nadie -con
o frente a ella, apenas la miró sin decir nada y ella sintió que e
irada. Sintiéndose inquieta y segura a la v
tros -le repitió Adrián- cr
vantó la
stedes están aquí,
e risa. Elías bajó la
rcó un poco m
bra no era para ella
runció e
decir con es
s trató de ponerse entre ambos
irada y, por un instan
nosotros. Pero es un error. No puede se
? Yo no so
humana. No puedes ser mi
l universo -b
etó la ma
artó los ojo
cerca de mí, es otro
e apoderó
qué mundo pertene
stino, pero esta
as veces que había sid
drián respiró por la nariz como
r con nosotros,
hibir andar en lo
nsejo. Te reco
reocupes, no me mez
n siquiera mirarlo. Sin pedir permiso ni disculpas. Ll
a risita chocant
to -comentó
ti -le dijo
rmano -replicó
cando la salida. Daniela la
¿Adónde vas?
a casa. No qui
te ac
escribo al llegar
nsativa, pero no qu
iraban y cerró rápido la puerta de su cuarto, colocando el seguro. Se ap
, no tenía gan
e puso frente al espejo, se miró
oy un
se sintieron más cerca, como si estuviera observándola. Caminó descalza sobre la tierra fría y húme
o perteneces a este lugar
he dicho eso.
lo negó se quebró l
s trillizos segu
minaba dando patadas a los vasos en el piso. Adrián se ap
l con ella -
o cruel -resp
as cosas de ese
elena en su cama abrió los ojos sintiendo
iéndose mal por la manera
uevo, porque detrás de ese rechazo existía