icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon

Más allá de la traición: Nuestra inesperada historia de amor

Capítulo 2 

Palabras:1162    |    Actualizado en: 28/09/2025

a de Cristian

pudiera detenerlas. Por supuesto que lo hicier

estado presionando sobre el pla

lado pulcramente junto a su plato-. No solo una victoria. Una jugada que defina tu

lucionaria de logística e inteligencia artificial que optimizaría nuestras operaciones globales y ahorraría miles de millones de pesos. Tamb

Su mente era algo magnífico y aterrador. Veía ángulos que nadie más veía. ¿Pero pasión? Eso no estaba en nuestro c

llegó

ablaba de capitalización de mercado o sinergias; hablaba de cómo la hacía sentir. Me m

se convirtió en encuentros clandestinos en suites de hotel. Fue un error, me dije. Una

todo estaba ahí. Un hijo con Brenda, la hija predilecta de Héctor Roldán, uniría a las dos compañías más estrechamente que cual

uno. Sentí una punzada de algo -culpa, tal vez- al verla acostada en esa c

cción ya es

a en el hombro, un gesto

Una situaci

a, que ahora me observaba con ojos grandes y adora

tranquilos. No había histeria, ni lágrimas, ninguna de las emociones desordenadas para

e esto es un golpe brutal. Y lamento de verdad la forma en que te estás enter

monstruo. Que me arrojara el anillo de comprom

nea de código que estuviera depurando. Era la misma mirada que ponía jus

irme-. Proyecto Quimera. Brenda lo pres

e ocurrió ayer por la tarde. La reunión de la junta

estremeció

a, y

que guardo en mi oficina en casa. Lo tomó después del accidente. Lo presentó co

la noticia del accidente. Tenía el disco. "Es nuestra oportunidad, Cristian", había dicho, sus ojos brillando con una ambición

compostura-. Brenda identificó vulnerabilidades cl

a genialidad de Alia, pero la junta, influenciada por Héctor y la

ña sonrisa sin humor.

a

piedra de cinco quilates de una joyería de prestigio, un símbolo de la dina

ijo, su voz desprovista de toda emoción

ntía como si no estuviera admitiendo la derrota. Se se

cia la ventana como si ya no estuviéramos en la habitación-. Me reti

r se

, sé razonable.

y por primera vez, vi un

ndería lo

onos la espalda, una clara señal de de

, una sonrisa triunfante finalmente abriéndose

r -susurró-

bría luchado hasta el final. Esta extraña, silenciosa y decidida en la cama del hospital me desconcertaba. Se s

vibró en mi teléfono.

RUMORES DE FRACASO EN I+D. EMILIO PÁEZ ES LLAMAD

histe, una reliquia de una era pasada. Emilio

uié fuera del hospital, dejando atrás a

Obtenga su bonus en la App

Abrir