Ya no es April Mayo: El regreso de la heredera
Velas
ían de mi vida, envié un ú
e a Dante. Estaré allí esta
o mensaje que le enviaría.
casi al
seo a ti y a tu nueva
pánico, un miedo primario que no había sentido en años. Intenté llamarla. La línea iba direct
s costillas como un pájaro atrapado. N
rritante a mi lado-. El oficiante está esperando.
que le había dado a Abril. El que Sofía le había arrancado de la m
illo de la mano y lo arrojé al suelo. Resonó e
ñí, pasando a su lado, ignora
madre-. ¡Piensa en la fusió
r era en los ojos vacíos de Abr
s bloquearo
su madre ha dado órdenes explícitas
s músculos se tensaron, mis sentidos se agudizaron, un gruñido bajo retumbó en mi pecho. Los guardi
ente corría, recordando otra noche, siete años atrás, cuando había corrido así,
azos. Recordé su calor mientras se acurrucaba contra mí junto al fuego
ré, Emilio -ha
abía dejado que mi madre y Sofía la humillaran. Pero no me d
uno o dos días, luego iría con ella, la colmaría de disculpas y
s luces de nuestra pequeña casa aparecieron entre los árboles,
que me debilitó las rodillas. Es
n una máscara de severa decepción. Sería firme esta vez. No podía simplemente a
a, las palabras de regaño ya en mis labios. Esperaba v
en mi sofá, viendo mi televisión, una niña
on, sorp
preguntó el hombre,
pulmones. El mundo se
n graznido crudo y desesperado-. ¿D
ada nerviosa con su esposa, q
hoy. El propietario dijo que la inquilina anterior se fue a toda pri
cavernoso donde solía estar mi corazón. Mi
rodillas en el pavimento frí
. Realmente
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