La promesa que casi la quiebra
esta de compromiso fueron u
, cada llamada telefónica, era un recordatorio de la vida
n monótono tranquilo y profesional mientras discutía los detalles de la cel
e aseguró
veces al día, su voz un
. Quiero peonías. Solo peonías.
án fuera de temporada y s
te paga para resolver problem
cuando Gastón estaba cerca. Camila podía
ones pública
os socios comerciales. Shantal estaba a su lad
esa, su mano posesivamente en el brazo de él
de pie junto a la pared, lista para r
cerca de él durante tanto tiem
recordatorio para todos en la sala, e
ueble. Shanta
de los invitados, un hombre que conocía a la
astón tiene suerte de t
antal se rio, un sonido ligero y t
con malicia-. A veces pienso que está más apegada a Gastón de
pintando a Camila como una acos
e Shantal, un gesto protector. Miró a Camila, su expresión de cans
ó en toda la silenciosa habitación-. No incom
gonzando públicamente, validando la narrativa veneno
ron en su cabeza. *
. Y estaba tan cerca de
legó la noche an
ando los últimos preparativos. La habitación era un mar de
legaron para inspe
plaudió e
perfecto! ¡Es t
e un beso largo y apasionado, una
sus ojos posándose en la
n una sonrisa de suficiencia en
le una palabra de agradecimiento. Un simple r
etas impresas personalizadas. Esta
que fuera capaz de ser competente. Luego miró alrededor de la opulenta habitación, con
la había intentado celebrar para él a lo largo de los años. Los pasteles sencillos que había compr
Su cuidado silencioso y c
su cintura. Le susurró algo al oído, y Shantal se ri
felicidad. Una imagen pint
a caminar
a -dijo, con voz firme-. Si
dulcemente-. Debes estar cansada. Gra
reina agradeciénd
y se alejó. No
ra su última noc