La promesa que casi la quiebra
e, Camila comenzó a
on la fo
Su sonrisa era cálida, sus ojos llenos de una luz que se había extinguido hacía mucho
ostro, memorizando cada línea, cada detal
, de ira. Lo que sentía era la calma f
n ence
, volviéndose marrón, luego negra. El rostro sonriente d
na caja que Julián le había regalado. Cerró la tapa, el su
ón había aprobado. Atuendos sencillos, oscuros y profesion
colocándolos en cajas de cartón. Los donaría.
ibró. Un mens
fo
illo de diamantes en el dedo de Shantal. S
mejor gusto, ¿verdad? No puedo
ara en blanco. La parte de ella que podría
ensaje sin
n el gimnasio de su casa, el sudor brillando e
vo cuando
ng que elegiste para la fiesta -dijo entre r
do -dij
omida de Puj
ciudad. También era el lugar al que Julián
lí. Un adolescente malhumorado obli
bitación. Julián riendo, levantando
ese recuerdo en una bandej
ación de que ni siquiera su pasado le pertenecía. Le perte
ándose la cara con una toalla. Tomó una bot
se la
voz plana-. Es
una vez le había arrojado a la cabeza en un ataque de furia, dejándo
s dedos se cerraron alre
rada, sus prop
ó la tapa
un bautismo hueco. Con este acto, lo aceptó todo. El dolor,
mación final
ue salvar. Nada a