Rechazada por mi compañero, reclamada por el Alfa enemigo
de J
do antiguo Alpha y Luna. Estaba destinado a mi verdadero compañero. Du
caminaría de reg
erras de la manada Luna Plateada. El camino por el que había tropez
me vieron, y sus rostros
Omega estér
aguantar
evía a tocarme. El fantasma de mi antiguo estatus toda
tas de roble de la mans
me recibió me
e yo solía acurrucarme a leer. Estaban desnudos, sus cu
risa perezosa y arrogante extendiéndose por s
e alta para que yo la escuchara claramente. "Ni siq
resionando un beso en su hombro. Me
én sabe qué dejó que le hicieran
a vil, destinad
forzando mi cabeza hacia arriba, y bajó su rostro a mi cuello, olfat
uando se encontraron con los míos, ar
gruñó. "Huele
ilencio durante tanto tiempo, se erizó
s libros, las pinturas que mi madre había amado, las pequeñas baratijas que había colecc
ó Débora desde el sofá, una rei
n mi brazo. Me acercó, su voz b
mi amante secreta.
ta de respeto, que sentí una risa amarga burbujear en mi
ces l
o de mis padres. En
. Movió los dedos, un gesto infantil y burlón. Luego, mientras daba un paso hac
mián, intentó la
pecé, el movimiento sacudiendo mi espalda azotada. Un d
que consegu
dillas ante él. No por él, sin
iva. "Solo dame el anillo. Es todo lo que me queda de ellos. Me iré. Lo juro p
e que un lobo podía hacer. Significaba corta
de algo, tal vez sorpresa, tal vez arrepentimiento, en sus ojos. Le arrancó el
rededor del metal frío. Lo apreté con fuerza en
, mi voz ya no suplicante, sino
r, te arrepen
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