De peón a reina
cipal, encontró el lugar reluciente
captar la voz áspera de John que provenía de una ha
finca? ¿De verdad es porque está esperando un hijo de Leland? Leland murió hace años, y
tono suave y especulativo. "Señor, ¿se ha dado cue
nfriara. "¡Si eso es lo que quiere, esa muchacha no se quedará aquí! No es como si a Greyson le faltaran mujeres hermosas. Además, su compro
modo se extendió
e el suelo se mov
¿Greyson estaba
lucre sin un motivo oculto.
ación. ¿Y si les damos algo de dinero para gastos cotidianos a esa
ará ni un sol
or. Ente
n continuó a p
mano se arrugó entre sus dedos
decidió
os básicos, ¿qué esperanza podía tener de que movie
a existencia del hijo de su hermano, sino lo que motivó
los lazos de sangre a menudo n
ntrar otro camino
as sus pensamientos giraban en torno a la mo
chocó con alguien inesperadamente:
n aroma que conocía muy bien, la transportó al instante a lo
vizaba su habitual aspecto severo. Pero un innegable aire de autorid
stura de Melanie se puso rígida. Retrocedió un poco, bajó la
igirle una mirada, pasó junto a ella, tra
manar de él, haciendo más de
desvaneciera por el pasillo antes de atreverse a
eas limpias y contrastes fríos: nítida, i
nunca estaría destinad
nca habría puesto un pie en su habita
esto podría no ser más que una alianza estratégica, una sociedad sin afecto, un matrim
a Greyson lo que había pasado entre ellos
el labio
ción de su celular la sa
ó a desbloquear su teléfono. Las palabras en la pantalla hicieron
sta no
to al texto, pero el número e
abía compartido durante aquel desesperado encuentro en el estaci
bía terminado, ¿por qué
ud que se agitaba en su pecho
uerta, con la preocupaci
dijo J
su madre, Melanie decidió prot
onfirmar las cosas, así que tenemos que
saldré a comprar comida. Si estás cansada, descansa un poco. A pa
se quedó dormida, pero no sin antes m
to lidiando con sus nervios antes de armarse d
aba fuera d
a hacer que tanto ella como su madre f
raería más que solo ac
da para asegurarse de que el hijo de
busca de refugio las había colo
conocida, le ofrecía poco consuelo a pe
mayordomo le dedicó un silenc
o de la mano, la
a espera arriba,
rvioso recorr
rvaba los ecos de todo lo qu
la incómoda molestia que aún sen
cerró con un clic, cortándo
y helado, pero Melanie se estremeció como si el pro
ió cada escalón con pies de plomo, hasta llegar finalmente a la puerta que pen