Rompiendo el silencio: dejando a su marido CEO
hay un plazo claro para que recupere la conciencia. Podrí
ciéndose en silencio bajo la inte
ecesita. Si hay alguna novedad, quiero sabe
pondió la doctor
marcharse por su cuenta. Además, aún contaba con su influenc
osaron en Arabella en la silla, que había sucumbid
sus delicados rasgos en la oscura habitación. Su pequeña figura se a
'¿Cómo podía Arabella, con sus capas de
nderezó rápidamente, con movimientos ágiles y precisos, como una estudiante que se
rrador?' Anoche no había mostrado ninguna vac
egocios. Vendrás conmigo", declaró,
Owen, Julissa le había asignado el papel de secretaria personal de su hijo dentro d
e Owen hacia ella. El título de "secretaria personal" era una pretensi
uniones de negocios, la había invitado sorprenden
perdió tiempo y se sumergió en un ma
cial para la economía de Evlinas, sus días est
sus ojos se desvia
males pareció irritarlo, y arqueó una ceja en señal de silencioso reproche. "¿Te qued
eñas, se detuvo cuando Owen apartó bruscamente l
o por unos pocos elegidos, que probablemente la imaginaban vestida de lujo,
uras penas con su mísero sueldo de la empresa, un marcado
ntener a su madre, Khloe, y a su hermano menor, Caylee, que iba al instituto. Los costos de los materiales de estudio y
a sí misma, pues hablar de ellas parecía inútil: la indiferencia de Owen hacia su vida se extendía incluso a los detalles más insign
Watson, la secretaria principal de Owen, ya estaba a
entre bastidores para Owen, Danna man
con la coleta lisa y el flequillo perfectamente arre
manos de Arabella y declaró con firmeza: "Señorita Butcher, el señ
en, Arabella aceptó con rapidez la rop
, fue ante la mirada indiferente de Owen. Sin embargo, el vibrante color del vestido resaltaba el re
s del apasionado beso de Owen de la noche anterior, un
de Danna e intentó disimular las marcas. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzo
s oscuros se nublaron con una emoción indescifrable antes de
da, poco iluminada, los recibió
Arabella, sintiéndose fuera de lugar, permaneció en silen
e levantó para saludar a Owen, con un entusiasmo palpable. Le tendió la mano a Owen, quien, aún enfundado en sus guantes habituales,
ión y limpieza de Owen era alg
Sus ojos brillaron de intriga. "Vaya, vaya, señor Murray,
rencia de los tipos atrevidos y asertivos a los que estaba acostumbrado, el comportamien
a Owen en busca de consuelo. Owen, al notar su incomodidad, soltó una risita, con un comportamiento rela
tranquilizadora, Owen dijo: "Señorita But
asentimiento como respues
o de Arabella. "Señorita Butcher, ¿me está menospreciando? ¿Ni siq
ejó en sus rasgos. Quería comunicarse con gestos, pero dudó, inse
o con suavidad. "Le pido disculpas, Blaine. L
acía que las interacciones sociales fueran intimidantes, y su reticencia a menudo se confundía con alt
ella sintió la presión de presentarse bien. A pesar de sus limitaciones, no quería parecer difícil o dist
su presencia fuera lo más positiva posible, apoyand
más remedio que dejar que s
e atraían a todo el mundo. Sus dientes blancos y uniformes daban a su sonrisa un
aún más intrigante. Su entusiasmo era palpable cuando exclamó: "Una muda,
a de irritación ante la sonrisa de Arabella, una in
sentarse junto a Blaine, y sus ojos se desvi
tan lejos, pero lo que más la preocupaba
ero, pero cuando se dio cuenta de que la atención de Owen
a Blaine, pero se encogió horrorizada cuando la mano de este ro