Rompiendo el silencio: dejando a su marido CEO
los mensajes de texto de Kh
mente entre tú y Owen? ¿Y
u belleza deslumbrante y ese cuerpo escultural. Necesitas asegurar tu futuro, cariño. Queda em
a de ti, tener un hijo suyo significa que no te irás con
No se atrevía a mirar a los ojos de Owen, su corazón latía con fuerz
ritaran que todo lo ocurrido la noche a
o cuando se trataba de perjudicar a su pr
edora de tener a mi hijo?". La p
nte. Al bajar la mirada, se le revolvió el estómago al ver las pastillas
ideojuegos. A la tierna edad de veintiún años, había tomado las riendas del Grup
élite con una clasificación de nivel ocho, y lo suficientemente hábil para pilotear aviones y sumergirse en las profundidades del océano. Pa
arentemente, no tenía nada que aportar al brillante mundo de su esposo. El único don que tení
drida familia necesitan despertar de una puta vez!", declaró él, su voz ca
e encarnara los mejores rasgos de Owen. Ya fuera niño o niña, creía que ese niño sería un testimonio
o, ese sueño se desmoronó en polvo, revelando qu
onfundible, y sus palabras eran una clara declarac
as, el peso se sentía monumental, como si cada pastilla
a que contenía el inmenso poder de aniquilar cualquier posib
a y penetrante de Owen se clavó en ella
su alma. Sus ojos se llenaron de lágrimas y su nariz picaba con la inminente amenaz
de que la pastilla había sido tragada. "Súbete al auto. Vamos al hospital, y esta vez no tienes de
en puños, el tormento emocional ta
*
cidad y excelencia, con unas instalaciones prístinas
rabella en manos de una doctora que parecía haberla estado
as que siempre complicaban tales procedimientos. Su ansiedad aumentó mientras la doctora s
gudo y descuidado, llevando a Arabella al límite mie
quido de lengua condescendiente, bufó: "Señorita Butcher, ¡es usted muy mimada! ¿Tanto drama por una aguji
ción basada en la posición social de sus pacientes. Estaban bien familiarizados con la s
as frías y burlonas. En más de una ocasión, bajo el pretexto de tener dificultades para localizar
u sufrimiento, Arabella soportaba estas
tracción de sangre, ella no perdió t
al, mirando por la rendija de la puerta. Allí, vislumbró a Owen sentado junto a la cama
ella se dolió con la comprensión d
dedicado más tiempo y corazón a la habitación
gre de Arabella para Aria, parecía que Owen habría cortado toda
ios de Arabella, la mirada de Owen pe
parecía relegada a servir como mera donante para Aria, una exp
ectadora en su propia vida. La envidia y la tristeza se mezclaron fuertemente en su interior mientras observ
smal, pareciendo una figura sere
ol: inquieta, vibrante y llena de vida, dejan
izantes años, había estado confinada en esta quietud, una trágica sombra de su
bella con una intensidad ardiente, pero el peso de su propia culpa lo aplastaba aún más.
o dorado, intrincadamente gra
uyo propio. Al despertar en el hospital, descubrió el silbato agarrado con fuerza en su puñ
suma importancia, con una tarea urgente entre manos. Sin embargo, todos a quienes interrogó habían con
an sido inseparables, sus almas uni
la intención de revelarle su corazón a Aria en el momento perfecto. Lo que suc
a Owen. '¿Por qué había elegido tal objeto?'. '¿Tenía u
amente interrumpidas por una
ezcla de profesionalismo y preocupación. "Hemos completado el análisis de sangre. Los resultados de la señorita Butcher indican que está li
tamente. La doctora, momentáneamente distraída, se encontró cautivada por sus llamat
Owen, teñida de urgencia, romp
con vacilación en el tono. "Montó un
mirada hacia donde Aria descansaba, su expresión se suavizó