El engaño del marido y el despertar de su esposa
te en medio de la tranquila tarde. Se me aceleró el corazón, y corrí haci
ados le estaba pegando a mi perro,
o hacia adelante y lanzándome e
os. Lo abracé con fuerza, con el cuerpo temblando de
ta, sintiendo las ronchas que ya se le
ve detrás de mí, mientras se acercaba con Evertt a su
Casi me caigo. ¿Y si l
frialdad. "Sunny no puede estar cerc
odo el cuerpo. "Nunca le ha hecho daño a
cerle daño a ella o al bebé". Tras eso, le hizo un l
supliqué: "No, por favor. Lo e
na expresión ilegible. Pero desapareció tan rápido como
o"
u nombre entre la desesperación y la
sino que permaneció inmóvil,
quitó a Sunny de los brazos, y o
llidos aterrorizados de mi perro y los gritos severos del sirviente. Me des
dedicarme una sola mirada. "Vamos a dar un paseo, cariño", lo es
y miré el espacio que una vez fue nuestro santuario; había fotos de Evertt y mías. Sus
esas cosas, pero ahora, solo
onriente. "Eres tan cruel, Evertt", susurré, con la voz quebrada.
las ganas irrefrenables de morir habían desaparecido,
amar a una sirvienta, y una jov
pertenecido al señor Martin", dije, con vo
recía estar
gunté, con un tono que no d
mente la cabeza y s
puerta. La abrió de un empujón,
ás haciendo?", preg
a mí y no a él. Le ofrecí una pequeña y e
so para tocar sus co
dices que siga adelan
Kylee está embarazada, decidí empezar de nuevo. Deshacerme
recerrados, buscando algo en mi cara.
arlo todo?", me pregu