La Broma Que Destrozó el Amor
ró en el hotel, su rostro una oscura nube d
bofe
ardiendo, mi oído zumbando. El shock fue tan pro
ndo de rabia-. Hanna casi muere. ¡Pudo haber
comenzó a arrastrarme
s? -grité, luchand
ijo, su voz escalofriantemente tranquila
eño armario de almacenamiento sin ventanas. El espacio era d
el pequeño espacio-. ¡Sabes que no puedo..
s días. El terror de esa experiencia nunca me había abandonado. Él era quien solía abrazarme cuando
tal se cerró de golpe, sumiéndome en la osc
lleaba contra mis costillas, un pájaro frenético y salvaje atrapado en
. Lo recordé a él, mi amigo de la infancia, encontrándome después de que me rescataran, s
érica se me escapó de
ó desde el otro lado de la puerta, ahogada y dista
rolablemente. Las lágrimas llegaron, calientes y rá
éjame salir! ¡Lo siento! ¡Por favo
a, no la de Ca
e te quedes ahí
e fue? -
mpeoró. Está en el h
siempre quería verl
e mi propia respiración entrecortada y al tamborileo frenético de mi corazón. Tenía ocho años de nuevo, atrapada y
estuve allí. Se sint
ndo en la cerradura. La puerta se abri
guras estaban en la puerta. Una era Atlas
era mi
xpresión, usualmente tan cálida y amorosa, se endureció en algo que solo había visto una vez antes: el d
tó mi padre, su voz pe
un dolor que reflejaba el mío. Envolvió suavement
o ahogado. Me derrumbé en los brazos de m
onocimiento fue la voz de mi padre, f
ilia de la Vega. No más información. No más apoyo.
ello, su toque inf
por tu bien, cariño. Quería que fueras tú quien t
que se había ido Camilo,
daremos una boda. Una boda que