Su Trigésima Cuarta Traición Accidental
por un aguacero repentino. La casa estaba
sentado en la
su lado y dirigiénd
su silla y me envolvió c
qué no me llamaste p
a. Aparté sus manos, mi piel
contré esperando en mi habitación co
dijo-. Te va
correcto, cumplía con sus deberes. Una vez hab
una cuchara como
-dijo, con voz ligera-. E
mi corazón una cosa mu
da. Me asegu
ada y solicité una visa. Al sali
? -preguntó, un destello
banda con su papeleo -mentí suav
pudiera dejarlo, de que pudiera tener una vida pr
istieron en que me uniera a ellos para almorzar
n restauran
mián que me llevara a un lugar de fondue durante años, per
aila le encanta -dijo una de las resident
da, mirand
entada frente a ellos. Tenía un asiento de primera fila para su devoción. Lo vi atarle un delantal
tanta fuerza que mis nud
a allí. Casualmente tomó un trozo de com
atención ya de
to al que era severamente a
ente aparté
con la cabeza gacha, trat
jo Kaila de repente, sus ojos fijos en el re
licario prot
N
dente a mi lado se estiró y me arrebató
-grité, abalan
te, con el ceño fruncido por la molest
esidente, pero Kaila "accidentalmente"
e y aterrizó con un siseo en
o mi mano en el caldo
ecorrió el brazo. Grité, retirando
nacido de años de dependencia,
nte de Kaila, que lloraba porque una gota d
suavemente su mano y sopló en la pequeña mancha roja, i
n la mano palpitante, mi corazón c
o finalmente volví en mí, el restaurante estab
icario de la olla. Estaba deformado por
abían ido. Disue
ía quitado a mi
e deslicé al suelo, el dolor en mi mano olvida
e frío y vacío,
más lo pe