De las Cenizas: Una Segunda Oportunidad
o. Su cuerpo está débil y su mente está al borde del colapso. No pued
s blancas. Damián estaba junto a la ventana, de espaldas a la habitación, escuchando el d
cuán frágil era realmente Elena. Había visto su frialdad, su desafío,
a en su madre. Llevaba una bata de hospital blanca, su rostr
usurró, co
rió a
erías estar
s brotaron
mucho. Nunca quise que nada de esto sucediera. Solo... no pod
su pecho, sus hombros
o. Yo soy la que causó todos estos p
pintaba a sí misma como la víctima magnánima. Damián sintió una oleada de frustra
ulia -murmuró, acar
, con los oj
rdí al be
golpearon como
Qu
-se ahogó en un sollozo-. Nues
Y funcionó. La culpa que había sido un parpadeo en el pecho de Damián se convirtió en un infiern
os ojos con un
de pedir... pero me tr
scuchaba, su me
? ¿Qu
urro-. Es una artista tan brillante. Su
donde yacía Elena
Una obra de arte. Para conmemorar a nuestro hijo perd
era de lugar, que a Damián le tomó
desde un lugar de profunda emoción tiene un poder especial. Y Elena... te amaba tanto. Estoy
so. ¿Pedirle a Elena, en su estado actual, que creara arte
habían perdido. Un hijo que ni siquiera sabía que existía hasta
y persuasiva-. Estoy segura de que querría crear algo para
ián. Acababa de acusar a ese mismo corazón bondadoso de ser inhumano.
, su mano apretando su brazo-. Es
entía dividido, pero el dolor de Julia, su pérdida, se sentía
iró
, con voz tensa-
si imperceptible destello de triunfo antes d
ay un medio específico que tenía en mente. Algo que haría la pieza... ve
ontraron con los de él. El frío de su mirada era agudo e inquietan