icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon

Todo Lo Que Se Llevó La Tormenta

Capítulo 5 5

Palabras:1218    |    Actualizado en: 15/08/2025

lor antes del mediodía. Había dormido mejor, aunque seguía despertando con

de arroz y revisaba etiquetas. Me ofrec

mión llegó tarde y no hay nadie lo bastante

ue yo misma. El vapor subía en espirales perezosas. Por un instante, dudé. Había algo en esa mujer qu

harón en la mano. Me midió de arr

yudar? - pregu

o nece

ntar. - Podés empezar secando estos platos. Después vas a tener que

ntar bajito - una melodía que no conocía, pero que tenía algo antiguo, como si perten

preguntó al cabo de

s o

menos qué

sité mucho - admití, sintiend

ido que parecía u

necesitar. Acá to

poco. No sabía decir si me sentía útil o

entregó una tabla de pic

- No te preocupes por hacerlas bo

Era más fácil pensar en el ritmo del cuchillo que en todo lo que me faltaba. Más fác

or. Levanté la vista y vi a Gracie. Llevaba la muñeca, com

esitó mirar pa

en un tono que no aceptaba

allí, sin decir nada, abrazada a la muñeca. Por un momento, nuestras miradas se encontraron,

revolver una olla y

sicas - dijo, sin juicio, solo constatando. - Pero el mundo se v

ezando a da

otra tanda de zanahorias. - Acá nadie se queda s

en lo aterrador que debía ser tener solo nueve años y no saber dónde estab

da acá seguido

un trapo para secarse las manos. - Una se acostumbra. Los c

ortar zanahorias, dejando que el sonido

e llegaba en largas filas, algunos hablando alto, otros solo bajando la cabeza. Yo me quedé atrás, ay

respirar. Deborah se volvió h

te lo suficiente co

Por primera vez desde que había llegado, sentí un sabor que no era solo superv

encontraron con los suyos, esta vez me animé a sonreír un poco. Ella no de

ar mi plato. Deborah me miró con ese modo que no p

entro que por fuera - dijo, como si f

con eso - respondí

ó, secando

i no, al menos vas a apre

e olla, como si aquella conversac

a. Callum estaba más apartado, apilando vigas con la paciencia de quien no tiene prisa por irse. Por un

No quería que nadie - ni él - pens

saba planillas con una lapicera

viviste

hora -

arte comida es su form

o. Tal vez fuera alivio. Tal vez sol

que mis pensamientos ya no eran tan ruidosos como antes. Todavía extrañaba todo lo que había perdido, pero por p

rde del patio, respirando hondo. Deborah pasó junto a m

añana par

bién sonaba, de algún m

ue iba a

Obtenga su bonus en la App

Abrir