Traicionado por el amor, salvado por el sacrificio
alda de Esther. Se congeló, l
brazos de Julián, añadió
o duro con ella. Está emb
án se curvaron en
jos, fríos y duros, se encontraron con los de Esther-.
ación del hospital. Berto y Carmina Briseño, un maestro jubilado y una bibliotecaria, parec
ntó levantarse de la cama, correr hacia ellos, pero Julián la golpeó co
mueca fea-. Esto es lo que pasa cuando m
uardaespaldas, que desenroll
do en el aire fue seguido por
agarre de Julián-. ¡Por favor, Julián, par
barbilla, forz
timaste a mi Katia? ¿Po
do incontrolablemente-. ¡Fue ella! ¡Ella
o y sin alegría. La soltó y rodeó
a -dijo, su voz goteando desprecio
a Esther más fuerte que
labra es la única verdad que necesito", se s
se había
es. Esther sintió que el suyo se hacía añ
, sus ojos, llenos de triunfo, se encontrar
amente", articuló en silencio. "Su p
de sus padres. Estaba inmovilizada en la cama, obligada a ver a la
e probó la sangre, el sabor
debilitaron y
bostezando delicadamente-.
sacó de la habitación, dejando
ther yacían inmó
débiles, y cayó de rodillas junto a ellos. Se arrastró hacia ellos, sus manos temblando mientr
rrancadas de su alma-. Es mi culpa. Ele
r, por una enferme
con el rostro sombrío. Miró
ñor Garza. Nadie debe tra
su expresión l