udad. A través de las enormes ventanas de cristal, la vista era impresionante. Sin embargo, en ese preciso momento, la luz de la tarde no podía borrar la oscuridad que invadía su corazón. La mesa de tr
es, mirando a David, su asistente y aliado más cercano, quien estaba frente a ella con una mirada tens
ria, su voz firme, aunque sus ojos delatab
señales de alarma, pero había esperado demasiado tiempo para hablar. Ahora, estaba en la posición
ó un documento de su maletín, dejándolo sobre la mesa. Valeria lo miró, pero no lo tocó inme
o? -preguntó,
consuelo en la distancia. Sabía que este momento cambiaría todo, y p
a empresa ha estado sobrevaluando activos y ocultando deudas. Si esto sale a la luz, todo caerá como un ca
o de los años, había trabajado incansablemente para construir Lanza Corporations, una de las empresas más influyentes en el país. Cada movimient
usación. Más bien, era una búsqueda desesperada de una resp
damente, pero la sombra de la
e las palabras-. Marcelo ha estado manipulando los números durante meses. Sabía que tenía problemas financieros, pero nunca pensé
ático, extrovertido, y el rostro público de la empresa, había sido un pilar sobre el que Valeria había confiado completa
ro no por debilidad. Más bien, era una mezcla de decepción y f
veía como a un cómplice. La rabia de la mujer frente a él no era hacia él solo, sino haci
os salvando la empresa con un par de maniobr
iró profundamente, tratando de calmarse. La verdad le golpeó
me-. No voy a dejar que todo est
miró, c
quieres
lo que construí por su culpa. -Valeria se levantó, su rostro ya determinado-. Pero necesito que trabajes para mí. No
eño, sintiendo la
ás diciend
nca antes le había mostrado. Se acercó
el mundo. Pero yo estaré detrás de todo. Voy a usar mi anonimato para hundir a Marcelo,
dureza en sus ojos le hizo saber que no
vid, un poco más relajado, pero consciente de
vés de la ventana, sus ojos fijos en el horizonte-. Pero no te pr