El ajuste de cuentas de la heredera
uerta sobresaltó a Evelyn de su aturd
samente. "Señorita Hayes, el señor Dobson nos envió
ccionar, la llevaron fir
ró la ruta desconocida afuera, s
staban atentos, abrió sus contactos, con la intención
aras. No hay contacto externo sin su permiso." El gu
obligándose a mantener la calma.
er qué quería K
e fuera de una villa, inquietantemen
adentro, su rostro convertido e
y dos sirvientas esperaban. El sofá estaba rep
a de Chanel, un collar de Van Cleef & Arpels y l
oscuro, "¿Qué es esto? ¿Kristian planea encerrarme
a, mudo. Los guardaespald
ración, atrapada sin
rar su momento y encontra
vivió como una prisionera,
nta estacionada afuera, llamando cada diez mi
pero el mayordomo repitió, "El señor Dob
iencia se agotaba,
"Evelyn, nunca podrías permitirte esta vida, no importa
traje caro combinado con gafas de montura d
mbre sencillo que
. Evelyn desvió la mirada, n
era i
isa asomaba en sus labios mientras señalaba al may
veas el mundo." Acarició su mejilla, c
con la mirada. "Kristian, no voy a
lidades en su contra, lo ha
. ¿Por qué jugar al
epuls
asible, como si hubiera anticipado su desafío. Sac
era el recuerdo de tu abuela. ¿
o toques. Iré." Satisfecho, Kristian sonrió
el corazón dolorido, lágrimas
ido su posesión más preciada. Ingenuamente,
odiaba p
ó a Kristian en silencio a la ga
se detuvo abruptam
ró al lado de Kristian, enlazando su brazo con el de
zaba una mirada de
al día, ¿y me extrañas después de medio día? Tan dependiente." Ruby Edwards, la f
ensayada, lanzó miradas de desprecio