De la Desolación a la Novia Multimillonaria
sos. Durante años, solo tuve ojos para uno de ellos, el frío y distante Dami
ando a su hermanastra, Eva Cárdenas, la frágil chica que mi familia aco
uando escuché a los otros seis B
os, orquestando "accidentes" y burlándose de mi devoci
heredera que tenía sus futur
que había que manejar. Los siete hombres con los que crecí, los hombr
una decisión que reduciría su mundo a cenizas. Él sonr
oz firme-. Me voy a ca
ítu
a, mi mundo ha girado en torno a siete jóvenes que mi padre acogió. Son los Becarios Garza, prodigios d
ón solo latió por uno
z. Le horneaba galletas que nunca comía. Lo esperaba después de sus clases, pero siempre pasaba de largo sin decir una
orzaba lo suficient
creencia se
escondidos en las sombras del viejo roble. Damián tenía a Eva Cárdenas, su hermanastra, presionada contra
ión de Damián. La chica que todos veían como dulce y frági
omento lo d
e mi padre y tomé una decisión q
dí con quién m
tó la vista de sus papeles, con
a Damián? Sabía que p
a cabeza, m
casarme con
ció. Dejó la pluma y me miró, con
de Silicon Valley? Elena, él no es uno
a, papá.
un maestro estratega, Kenji tiene una pasión ardiente que podrí
bor amargo
pá, no tien
i libro favorito en la biblioteca y escuché voces desde e
l astuto, habla
Elena se está volviendo más insis
iempre temperam
ándola. Tarde o tempra
l señor Garza quiere una boda. Si no es Damián, será uno de nosot
mientras escuchaba, escondi
r tonta o pegajosa frente a Damián. Incluso mencionaron la vez que Javier me había "salvado" d
dicho Kenji con una risa-. Te miró como
Javier era
ra hacerla sentir en deuda con alguien que no fuera Damián
mi confianza, de mi afecto, de
n trabajando juntos para evitarme. Pa
tor Bernal, el forastero. Se compadecían de él por perde
ros -había concluido Javier-
na compañera sobreviviente del duro mundo del que habían escapado. Estaban unidos para pr
se en mis palmas mientras el recuerdo ardía en mi interior. Temb
os brillantes sin a dónde ir. Les dio la mejor educación, una vida de
rte también a mi
su lealtad. Yo, una ingenua de dieciséis añ
tanto a su hermana! ¡Tene
legó a la ha
alos, la protegían de cualquier ofensa percibida, siempre se ponían de su
vida difícil. ¿No pu
de culpa, creyendo qu
eran hermanos protegiendo a una hermana f
s en el estudio, salí tambaleándome al jardín, con la mente hecha un lío. Fue ent
dadas en su cabello, los brazos de Eva en
su voz, un s
iga a casarte con ell
ría, desprovista de la pasió
olo pagar una deuda con su padre. Tú eres la