icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon
La Mentira de la Conexión Mental: La Cruel Decepción del Amor

La Mentira de la Conexión Mental: La Cruel Decepción del Amor

Autor: Gavin
icon

Capítulo 1 

Palabras:1934    |    Actualizado en: Hoy, a las 22:42

"Notificación de Vínculo Mental" como una retorcida expresión de amor. Me decía que sus rechazos eran "pruebas de obediencia", su indi

hospital, esperaba que él finalmente se quebrara. En lugar de eso, llegó con mi rival de la unive

dibujo de mi difunta madre y luego inventó que yo la había atacado. Se la llevó en brazos, dejándome s

mo "una prueba de mi amor incondicional". Pero por primera vez, sus palabras se s

entre mis lágrimas. El amor que describía no era amor. Era una

ítu

rga

Ni siquiera miró a Sofía. Sus ojos estaban fijos en la p

ver. Era una colección de poesía que pensó que podría gustarle. Lo había

, su propia voz

ada. Sus ojos eran de un gris frío y penetrante, como un cielo

fría y aguda

de se supone qu

jamente, su expres

n el aire frente a ella. Un recuadro azul translú

n hombre de su estatus necesita una pareja que entienda su necesidad d

iones habían sido su traductor secreto, la clave para entender a su eni

ivio. No era crueldad al azar. Era una prueba. Una

ucha se desva

o, con movimientos robóticos. No tomó

vuelto su atención a su trabajo, la pos

ó. Los jardines bien cuidados de su mansión en Polanco estaban oscuros y silenciosos. Emp

a a dónde ir. Sus amigas vivían a una hora de distancia, y llamarlas tan tarde para

risas luchando por seguir el ritmo de la lluv

o y brillante de una fortuna tecnológica, siempre rodeado de gente pero nunca parte de ello

descanso. Sus ami

o su mejor amiga, Valeria, mientras tomaban

respondido Sofía, llena de una con

a un muro sólido. Estaba a punto de rendirse, con el

mpus, viéndolo alejarse, cuando el

icamente tímido. Está abrumado por tu franqueza pero secr

dio un rayo de esperanza. Al día si

ras anoche investigando a tu artista favorito. Está

sgastada de su estilo en un mercado de pulgas. Vio a Damián en la bibli

a. Por primera vez, vio algo más que indife

notificaciones eran

stentes. Pero las notificaciones lo explicaban todo. Una cita cancelada era una prueba de su pacienci

él estaba en el altar pareciendo más un hombre en un fune

ti. Su atrofia emocional le impide expresar alegría de manera conven

ilenciosos, las humillaciones públicas. Las notificaciones eran su consuelo constante,

mente, los neumáticos chirriando sobre el pavimento mojado. El auto giró sin contro

vió borroso, puntos negros danzaban en su visión. Lo últ

el momento. El momento en que el muro se derrumbara. Él se enteraría del accide

sto antes de desmayarse, un pensamiento, teñido de una fa

rá p

n de hospital. Un dolor sordo palpitaba en su cabeza, y su

ndo ver a Damián en la

a estab

entró, su expr

. ¿Cómo se sient

á mi esposo? -la voz

e la enferme

mportante que no podía perderse. Envió a su

o formarse en su estómag

resonó desde el pasillo. Era

en su rostro perfectamente maquillado. Era la antigua rival universitaria

corriendo la habitación con falsa preocupaci

tan fría y remota como siempre. Ni siquiera miraba a Sofía. Miraba a

Sofía, con el cor

su mirada

s bien. Una conmoción cere

ocando una mano perfectame

¿verdad, cariño? Me estaba di

poso, la silenciosa aceptación de Damián. El dolor en su cabeza

Regina para probar tu reacción. Quiere ver si lucharás

ntió como una mentira. Una justificación enferma y retorc

oz un susurro venenoso

oche, ¿sabes? Desp

ció como si la h

labios. Le ofreció a Sofía una manzana pelada, el

o de fruta. Te

na imagen brilló en su mente: el cuchillo h

anotazo. La manzana cayó al suel

z temblando con una rabia q

dose, con una mirada de sor

mián, ¿viste eso?

focándose en Sofía. Pero no había preocupación, ni

-dijo, su voz cortante-

da, tan monumentalmente injusta, que S

ante, su sombra cay

Estás hacien

toque gentil de una manera q

Claramente no es

evándose a una Regina lloros

, dejando a Sofía sola en la s

Damián te está castigando por tu arrebato público. Te está enseña

abras se desdibujaban entre sus lágrimas. Por

o

ra una jaula. Y ella, por fin, por f

Obtenga su bonus en la App

Abrir