El precio del Amor
equipo le había entregado. Las sillas estaban ocupadas por los principales directores y gerentes de la empresa, pero, por alguna razón, su atención no estaba completamente puesta en ellos. El
a sobre temas relevantes del día, Elisa estaba enfocada, con su portátil abierto, tomando notas y atendiendo las peticiones de los demás. Ha
ité de inversiones tiene algunas preocupaciones. -dijo Cl
ro antes de que pudiera responde
gente. -dijo Marco Ruiz, director de operacione
eja, señal de que
o? -preguntó con v
s están estancadas. Están pidiendo un ajuste de precios que no podemos permitirnos. Si no resolve
en de la empresa en los mercados internacionales, y cualquier obstác
o a los demás directores alrededor de la mesa
l control de la situación-. Necesito que se reúnan con los socios n
ese momento había estado tomando notas en silencio, levantó la mano con la
sión final, ¿no sería mejor revisar los tér
de una simple asistente. La sala se silenció al instante. Todos se volvieron ha
peto, no hemos analizado lo suficiente e
amente de su silla, mirando a Álex directamente a
acer una revisión más exhaustiva? Tal vez podríamos encontrar una solución que beneficie a ambas partes
ición incómoda, pero no le importaba. Si iba a se
rendidos por la audacia de la joven asistente. Álex se recostó en su silla, pensati
estra estrategia solo porque tú lo dices?
su voz había una firmeza que poco
amos una solución creativa, no simplemente imponiendo condiciones rígidas. A veces, el poder no e
hacer con la situación. Álex, por su parte, se quedó mirándola, con un brillo en los ojos que indicaba que algo en él había cambiado. No estaba acost
rompiendo el silencio-. Parece que t
u atención. Se levantó con calma, caminó hacia la pantalla digita
ja. No tenemos que ofrecer grandes descuentos, pero sí podemos mejorar los términos de pago. Esto aliviaría las pr
. Marco, por ejemplo, no podía ocultar su escepticismo, pero Clara, la direct
idad para pensar rápido y con una claridad tan nítida era algo que no había esperado de una asistente.
o ya no era tan severo. -Revisen los detalles y preparen un informe. Pero recuerda, Elisa, que a
como una victoria, sino como una acept
respondió, sin dejar
no retorno. Había sido una prueba para él, y aunque había cedido parcialmente, no le
o de los dos lo dijera en voz alta. Ambos sabían que ese primer choque había marcado el inicio
quedó en su silla, mirando los papeles. Elisa pasó a su lado sin decir u
iempo, se preguntó si realmente podía controlar todo a su alr