El dulce escape de la esposa sustituta
ual. Era una regla establecida por la abuela de Kae
uropa con Emilia, así qu
. Cuando vio a Camila llegar sola, s
e está
e negocios -mintió
una risa fría, s
aje de
mo entró, sosteniendo un periódi
ndose apasionadamente en una calle de París. El titular decía: "El mag
se puso lívido. Golpeó el
e ordenó a Camila, su
vira señaló a Camila c
odíl
dilló sin deci
! -La voz de Doña Elvira era aguda y cortante-. Te daré dos opciones.
volvería. Estaba completa
castigo -di
a la miró
ás se
-dijo Camila,
a de madera del escritorio. El s
Z
mila. El dolor la abrasó, pero se mordi
¡Zas
más doloroso que el anterior. Apretó los
ía. No su
ió demasiado. Su visión se n
en una cama
o a su lado, su ro
llamaste? -pregu
de Camila
mara a menos que fu
us ojos. Recordó las palabras de las enfer
la que había tratado con tanta indi
ción en su pecho
, cuidándola. Era la pr
ó negarse, pe
l alta, tuvo que irse
ofer te recoja
do irme a casa
El sol brillaba y sintió
mientos, chocó con u
-gritó el hombr
Camila, tratando
mi ropa? -se burló el hombre, mirá
tuvo a su lado. Kael se bajó, su
fajo de bille
sufic
aura imponente de Kael, aga
amila, sus ojos escane
estás ve
maneció en
el pecho de Kael. La agarró d
de co
ujo e hizo que el personal s
como un maniquí, deja
probando un vestido, Em
ojos muy abiertos por la sorpresa. Miró a Camila, luego
e piensas -dijo Kael
de lágrimas. Se dio la vuelta
o, dejando a Camila sola en medio de la
su corazón tan quieto
bo un fuerte e
ron los
nda. Un gran panel de vidrio hab
deada de vidrios rotos, en u