La Novia Espontanea del SR. Enigmático
a las zonas rurales para una consulta médica. No regresó a ca
uerta de la casa, un fuert
sartenes esparcidas por todo el suelo, y su madre
otiquín de primeros auxilios del armario encima del za
de consolarla
l accidente de hace tres años no tenía nada que ver contigo ni con él. Fue mi culpa, y como no se atr
la mano de Ivy indiferentemente. "No te preocupes, ya estoy acostumbrada.
nque el salario de mi clínica no es alto, es
nterrumpió a Ivy. "Solo deseo que encuentres un buen
oceso de aplicar medicin
qué su madre, como víctima de violencia doméstica, creía obstina
acia su madre desde la infancia, Ivy no ten
sponsabilidad y amor,
te recuerda a
ue tan pronto como me casara, t
dre. "Mira, ya estoy casada. Empaca tus cosas, muévete y ven a vivir conm
abrió los ojos, mirando s
su madre y habló claramen
dó atónita. Miró la foto en el certificado de matrimonio, lu
ecía ser una persona talentosa. Pero Ivy nunca había mencionado tener novio antes. ¿Cuándo
ue los famosos masculinos en la televisión. Sin embargo, sus oj
es a los del padre de Ivy. No se
r donde hice trabajo voluntario? Ella respaldó a su nieto. ¿No confías en el caráct
pués de varios encuentros, lo encontré guapo
ron después de algunos encuentros, pensando qu
instruyó: "Mientras tu padre esté fuera los próximos dos días, trae a
p para encontrar a Shawn, pero
uradamente y olvidó
era su
contactos todos los días para hacer un seguimiento de su estado de s
s ventanas de chat, era como
á para que nos divorciemos?" La Sra. Jones, al verla desplazándose rep
ordar que está en una reunión en es
cansara, Ivy pasó casi media hora an
to, confirmó que era él y preguntó: Sr. Tate, mi
spués, sonó
oche. ¿A qué hora termina
a noche, pero inexplicablemente Shawn de
a ciudad estaba genuinamente ocupada y fuera de contacto durante un m
io que me recojas. ¿A qué hora te
, Ivy salió una hora antes y
rtificado, y ni siquiera había un anillo adecu
su tiempo al trabajo, y no tenía planeado pa
laró brevemente su presupuesto y estilo preferido
enía una mirada compasiva en sus ojos. El esposo de esta señora no debe quererla lo sufic
s ojos, simplemente le agradeció
eran simplemente vivir juntos, y no
ruendosos y retumbantes de una camioneta casi de
distrito financiero de la ciudad, este vehículo que emitía con
*