en el cuerpo, fue por eso que los mandé en un taxi directo al hotel, m
da y estaba a punto de tirar la esponja
ió decir y las cuatro chicas me mirar
ensé, pero veía que las otras tres no se desp
e me encantó tu espectáculo,
rac
transporte - le dice
lvamos a ver- se dio la media vuelta y enfiló sus pasos hacia la min
tes de que subiera - ¿
sado gri
e un tanto molesto, me cargaba
ijo esbozando una sonrisa cauti
zo una llamada, su teléfon
ven irlandés,
eguro que t
y al siguiente y al siguient
ue eres un tan
tienes que hacer ho
ue la loca de mi hermana haga sus
ía ir a toma
las ocho, cuando deje a la tozuda de mi hermani
irección y
rfec
hé y coloqué ropa cómoda, hoy no tendríamos nada del otro mundo con los guías y nos habían dado el día
i, le di la dirección y fui ru
saron más de dies minutos y la vi llegar con una chica de no más de quince años, eran como dos gotas de agua lo que me hizo esbozar una sonrisa al saber que lo más probable es que fuera su p
mi bella Madrileña se acercó con
, irla
s nunca le di mi nombre
es un gusto conocerte. Ma
acarena Aris... A
amo
stómago, fuimos a una heladería y nos sentamos a tomar
entre risas y helado robado n
ella estaba estudiando diseño de modas, la mayor de sus hermanas ya estaba
en tus presentaciones son tuyos-afir
lo los míos, también
iosos, igu
amero, si ya
e encanta como te vez
de la moda no siempre se tiene
buen rato, hasta que Macaren
go que ir a buscar a m
es por mi culpa que n
mi ardillita y le avi
la chiquilla que estaba molesta porqu
besos, como lo hacían acá, pero me atre
volver
Christian O'Co
aré tu
partir me fui rumbo al hotel, aproveché de caminar un rato por las calles
l bar a las die
al hotel, pedí algo de comer a la
ado Chris?- me pregunta M
con el destino. N
a pasen bie
la vi, estaba esperando fuera, se veía preciosa en un
por la
n he llegado ¿Te ap
o. Las dam
mos como si nos conociéramos de toda la vida, entre conversación y algun
s salir del lugar y caminamo
ieza al escuchar su pedido, pero si ell
tre besos y toqueteos en
fecta, mi
eo pegándola a la muralla, ella, por su parte, comenzó a quitarme la chaqueta y la ca
entras nos besábamos bajé los tirantes de su vestido, me maravillé de ver su torso desnudo y ataqué esos pechos que estaban deseosos
antas, M
a mí,
u monte de Venus y mierda, sus precioso coño estaba absolutamente mojado, me
a sentí explotar en mi mano corrí la pantaleta que
dios
dije y ella esbozó una risita que
sigue así,
Su cuerpo se movía al ritmo del mío como si fuéramos uno solo y nue
se estremecía con mis embestidas, su cuerpo se arqueó y sus uñas se clavaron en mi espalda cuando su orgasmo,
ar y nos reímos como chiquillos. Me
e esa castaña y la q
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