que hacía, pero la forma alocada en que esa mujer me lle
ocura! Ni que fu
nada, se lanza a mis brazos y me besa con pasión, una desenfrenada que h
nto había dese
os y me lo
a su convertible blanco, dios cuanto dese
po y después de todo lo que habíamos pasado juntos estaba demasiado feliz porque ella me aceptara. Yo no era un santo, ni tampoco un mal nac
auto en un costado de la carretera, suelta su cinturón
egar a la ciudad,
aso y comienzo a desvestirme como un animal deseoso de
l ver mi torso desnudo yo buscaba la manera de sacarme los panta
sto
solo déjam
estido color lavanda y se deja caer sobre mí, sentándose a horcajadas. Nuestros sexos se encuentra p
o, no sabes cómo quería que
ba con la suya y, en un acto verdaderamente animal, ella sacó mi miembro y me hizo ver las est
Ah
ra mis oídos y comenzamos esa danza maravil
an, estaba dispuesto a ir a la cárcel con tal de s
ue mi bella española estaba por llegar, moví una de mi
o oír como llegas con
darle en ese momento, sus ojos me miraban con una intensidad que jamás había visto y mis labios se fundieron con los de ella, nuestra
cesidad de volver a estar dentro de ella, pero su rostro h
a lograste lo que q
rdas estás ha
nada baja su mano debajo de su asiento y saca una nueve
, para, me es
mi pobre auto quedará absolutame
Ro
s...
os calzoncillos y ella esboza nuevamente
, ¿Qué
provechas de una mujer, disfruta
corro tras ella gritando como un imbécil y de un moment
cayendo estrepitosamente al asfalto, el dolor es inmenso, siento que me he quebrado cada
por ahí a la que me llene el alma y el cuerpo, pero justo hoy y aho
or mi vida que me las vas a p
rales, desbloqueo el teléfono y llamo a la úni
uñad
ste? te hemos es
a la autopista y me tr
¿Q
uieres saberlo! Te
stá calando hasta las bolas. Estoy que me muero de la hipotermia y de las ganas de asesinar a esa mujer. Los minutos pasan y nada que apare
a y todo se me viene encima, los recuerdos me ataca y sient
n año
a York, su prima está frente a mis ojos y aún no me lo puedo creer- m
ella? ¿No sea que nos pase lo de
istian, es ella. Deja que te
e WhatsApp y abro la imagen y lo que apa
rro al de mi hermano, abro la puerta sin pedir permiso y m
uieres C
o, la enc
por fin su única familia aparecía frente a sus narices y nada
udad que les traería más de una sorpresa y sobre todo un cambio rad
uantar, sí, aguantar el no poder decirle quiénes eran, pero Christian era un tozudo y cada
la acogió, pero sobre todo, tuvo que aguantarla a ella, a esa castaña de
ileña ese día que la conoció, se negó a mirarla de otra forma más que como la reemplazante de su
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