Adiós, Amor Tóxico
nó hacia la puerta. No le dirigió ni una sola mirada. Había una finalidad en sus movimientos, una ligereza en s
encontró de frente con
habitual energía, pero su sonrisa se desvaneció al ver la expresión de Sofía.
detrás de ella, su rostro era una máscara de furia contenida. Pasó ju
irada, confundida. "Ok,
illez, mientras se dirigía a la c
la bombardeó María con pre
que merezco algo mejor", respondió So
la ruptura, omitiendo la parte de la reencarnación, por supuesto. Simplemente dij
zcla de alivio y preocupación. "Te lo dije, Sofi. Ese tipo no es bu
te de estudiantes. Justo cuando estaban por entrar al edif
mi amor,
uelta lentamente, y su corazón, a pesar de su
ente peinado rebotando con cada paso. Llevaba un vestido d
esapareció y fue reemplazada por una sonrisa encant
s cuando So
la, brillando bajo el sol de la mañana, había
mer aniversario. Un regalo que él le había dicho que era "único,
e sus pasos, había tirado su mochila al suelo sin importarle que sus libros se esparcieran por la acera, todal. Y a juzgar por el puño cerrado de Ricardo, era evidente que se lo acababa de dar. Le
rada, tan innecesaria, que a Sofía
, jadeó de incre
u voz temblaba de rabia. "Ese es
, María marchó directa
de varios estudiantes cercanos. "¿No tienes vergüenza?
errupción. Ricardo miró a María con desprecio, mientras
ubierto de miel. Tocó el pasador en su cabello de forma deliberada, casi
beso rápido en los labios, una cl
giendo sus palabras a Sofía, que se había acercado lentamente.
ue Sofía sintió que toda la tristeza se ev
de pura malicia. Miró a Sof
o con el pasador. "Hay cosas, y personas, que simplemente no son para ti. Tiene