Mi Dinero, Tu Desgracia
r era de 2-1, y el equipo de mi hijo, los "Halcones Dorados", estaba a solo segundos de ganar el campeonato de la liga. Juanito, mi hijo, era la estrella, el gol
Juanito levantar los puños al cielo, con una sonrisa que podría iluminar toda la Ciudad de México. Mi corazón se hinchó
se preparaba para entregar el trofeo, una
mome
en el equipo perdedor, la seguía con una expresión petulante. La familia Rojas era nuestra rival acérrima, no solo en el fútbol, sino en el mundo de la gastronomía. Años atrás, habían usado engaños para arruinar la reputac
un hombre nerv
la ceremonia es
pleto, sus ojos fijos en e
a, cualquier persona puede hacer una donación para apoyar el desarrollo del fútbol juvenil. Y la donaci
a la multitud de padres. Nadie había
dedos, y su asistente
resonando con el poder del dinero. "A cambio, el trofeo
n millón de pesos por un trofeo infantil. Era obsceno,
con los ojos llenos de
sto! ¡Nosotros ganam
cabello, mi propia ira ardiend
acercó, b
tu estúpida beca diez veces. Los pobres como tú solo saben corr
l espectáculo, saboreando nuestra humillación pública. Me
, pero clara, cor
egura de que puede per
ó una carcaja
ida con ropa barata, se atreve a c
negra, brillante y exclusiv
ardo Vargas, el hombre que dirige el imperio culinario más grande del país. ¿Sabes quién es Ricardo Vargas
Un esposo que no tenía idea de que la vasta fortuna que él administraba
lada se formó
ando comprar a mi hijo con mi propio dinero. Y yo esto
-