Mi Vientre, Su Infidelidad
su taller de cerámica, el frío del mármol apenas calmando el sudor en sus manos. El mareo era una constante en las últimas semanas, un recordatorio ag
esposo, para contarle que las náuseas matutinas se habían convertido en náuse
o que encontró. Fue una
etiq
licación. La pantalla se iluminó con una foto que l
o su cuello. Mateo, vestido con su impecable traje de charro, sonreía a la cámara con una familiaridad que era exclusivamente de
la imagen. Era el te
ón. Gracias por creer en mí cuando na
os minutos: "@Ximena_Ceramics ¿No te da gusto que tu esposito esté
la traición. El celular se resbaló de sus dedos y cayó al suelo, la pantalla estrellá
la primera grabación de Mateo. Pidiendo dinero a su padre para pagar las giras. Defendiéndolo ante su familia, que nunca confió en él. Soportando inyecciones,
ía quién era e
o era pesado, arrastrando los pies. Entró al taller sin siquiera m
ero valió la pena, el show estuvo
ero Ximena retrocedió com
, su tono cambiando de cans
el suelo. Mateo frunció el ceño, se agachó con fastidio y
ápice de culpa. Solo
anto. Sofía es una niñ
susurro roto. "¿Una niña que se sient
en sus ojos no había arrep
Sofía es joven, tiene energía, me da vida. Me inspira. ¿Tú qué m
culpaba a ella. Por su propia
se transformaba en una rabia fría y lúcida. "Mi dinero, mi t
una carcaj
tas tan importante. Además, ¿de qué te quejas? Ya conseguiste lo que querías, ¿no? Ya estás embaraz
a deseado, concebido en un nido de mentiras. El bebé qu
Miró a Mateo, pero ya no veía al hombre q
una voz carente de emoció
jo y tomó su agenda. Buscó un número que no hab
do tono, su voz cálida y profunda
qué milagro.
amente el olor a arcilla y tierra húmeda
ez en mucho tiempo. "Quiero volver a cas
lado de la línea, pero no
empre ha sido tuya.
cia Mateo, que la miraba con una
ó a sí misma, abrió su agenda de nuevo y marc
mblores. "Hablo para cancelar mi cita de seguimiento. Y
la línea guardó silencio por un
Después de todo lo que ha
ra había pasado del despreci
más segura de n
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