Adiós al Viejo Dolor
l primer cumpleaños de Ricardo Vidal Jr. La música era suave, elegante, y los invitados, todos miembros importantes del cartel o empresarios corruptos, reían y charlaban, bebiendo whisky caro.
la famili
nces cua
ltar. Llevaba un vestido viejo y prestado que me quedaba grande. El silencio cayó sobre el salón de forma casi instantánea. La música pa
mano. A su lado, Elena reaccionó en un segundo. Su rostro se endureció y su mano se aferró al brazo de Ricardo, como anclándolo a la realidad que ella había constr
nte, mi voz temb
car
pasaron por encima de mis cicatrices, de mi delgadez, y no
a voz fuerte y firme para que todos lo escucharan
raba, primero con sorpresa, luego con despre
ía? La prim
con otro hombre. Ricardo di
ible. Parec
verdad aceptada por todos. Para ellos, yo no era la víctima que regresaba del infierno, s
pecho, fingiendo estar asustada. Sus ojos se llenaron de lágrimas
lozó. "Esta mujer quiere hacernos da
a, contra su familia. Se pintó a sí misma como la víctima, y a mí como l
ño," le dijo, y luego me miró con un odio puro. "Ya
mirando a todos sus i
hijo, Ricardo Jr. Me casaré con Elena tan pronto como los pa
personas que una vez me llamaron "señora". Los guardias de seguridad se acercaron a mí, listos para sacarme a la fuerza. Pero yo