Su Amor, Mi Condena Eterna
illos de su castillo, los recuerdos de mi vida pasada volvían a mí
hinchado y los ojos rojos. Me contó que Vladimir era frío, distante, que la ignoraba por completo. Él la h
iera me mira", sollozó. "So
error estúpido, un acto de desafío infantil. Vladimir no toleraba la deslealtad. No la mató. Hizo algo peor. La encerró en las mazmo
vés de un cuervo mágico que cruzó las frontera
Puedes hacer cualquier cosa. P
andro era una pesadilla, a pesar de que él me trataba como una posesión y me recordaba const
sto del castillo de Vladimir. Habíamos logrado liberar a Carla. Corríamos, con las alarmas sonand
e grité a Carla,
entre ella y nuestros perseguidores. Fue entonces cuando vi a Vladim
ía", susurró Ca
sto cuando el primer guardia vampiro llegaba a nosotros. Caí hacia él. El shock en el rostro del vampi
stupidez. ¿Cómo pude haber sido tan ciega? Mi lealtad no significaba nada para e
a amistad que solo existía en mi mente. La ingenua idea de que la lealta
s lle
enormes y ornamentadas. Las abrió sin esfuerzo, revelando una habitación lujosa. Una cama con
n la entrada, sin
a mí. Sus ojos rojos
iste a mí?", preg
ue no quería ser la
media
largo silencio. El único son
migo", dijo
confundi
. Sonaba como una transacción comercial. "Serás mi esposa. Mi Reina. Tendrás mi prot
rampa, alguna intención oculta en su rostro inexp
lejandro, siempre fui vulnerable. Cualquier lobo resentido podía desafiarme. Cua
era diferente. Era un
dro. Pensé en las noches de insomnio, en el miedo constante, en la
ero podría haber paz. Podría haber supervivencia
itir, sentía curiosidad. Curiosidad por el vampiro que había
i voz más firme d
piros. No podía ser peor que ser