Cuando el Amor Desafía la Sangre
abían si irse o quedarse, atrapados entre la decencia y la morbosa curiosidad. La mayoría se quedó, formando pequeños grup
suya. Tocaba mis cerámicas con sus dedos sucios, evaluando su valor. Miraba a Camila con una avidez
s. Fue una decisión calculada. Quería vigilarla. Quería ver cómo trataba al niño que era su propio hijo. Mi tía ab
na vez, años atrás, cuando le conté de un nuevo moretón que ha
abuso sin exponer toda la historia del intercambio, lo que habría traumatizado a Camila. Me dije que estaba protegiendo a mi sobrina, que era mi prioridad. Pero en el fondo, sabía que también había un
tivas. No solo lo había descuidado, lo había torturado. Las marcas en su cuerpo eran un mapa de su odio. El odio hacia e
e seguía pálida y tembl
e lo que esa mujer diga va a cambiar lo que somos tú y yo. Eres mi hija. Mi luz. Y
odo, pero aún no era el momento. Necesitaba que su reacción al
io abrazada
Pronto ni siquiera te dirigirá la palabra. La sangre
ue había logrado pasar de
nderte como una rata! ¡Párate derecho!
l que parecía completamente abrumado por la situación. Desplegó su equipo en
orita Camila, de la señora Vargas y del jove
la para el hisopo como si estuviera siendo coronada. Carlos y su
a! ¡Demuéstrale
ejando el carro
a la po
habitación, una banda sonora vulga
, asustada. Le
en mí" ,
acia Elena y su
"Si quieren esta prueba, la tendrán. Pero en mi casa, hay respeto. O se compo
la situación los silenció. Carlos le lanzó una mirada fur
la de una radiante Elena. Finalmente, se ace
toques"
ó bruscamente
ideces y abre la boca!
helados, le forzó a abrir la boca para
estaba a punto de levantarse. Y Elena, en su ciega arrogancia, no t